¿Rey demonio de la tiranía celoso?

800 28 22
                                    

El silencio existente no era incómodo ni asolador, más bien me transmitía una tranquilidad única. No necesitaba pensarlo demasiado para saber que aquel agradable sentimiento era gracias a su compañía.

Abrí los ojos y me topé con su sonrisa tranquila y cálida mirada mientras mi cabeza reposaba en su regazo. El espacio a nuestro alrededor parecía detenido, y no me hubiera molestado que siguiera así, pero poco a poco noté que, como si de agua filtrándose por las paredes se tratara, unos extraños símbolos aparecían uno tras otro. No podía comprender lo que decían, pero me dio la sensación de ser palabras.

Los espacios entre aquellos símbolos comenzaron a brillar como si el sol pasase a través de ellos. Unos instantes bastaron para que los símbolos pasaran a ser sombras de árboles y que mi compañía se esfumara.

Aquel lugar no me era desconocido. Me levanté del suelo y caminé por unos minutos hasta que divisé una silueta. Era la madre de todos los espíritus, Reno. A su lado había otra presencia que claramente no era bienvenida en aquel lugar. Seguí caminando en su dirección, pero a cada paso que daba volvía a cambiar mi entorno.

Ahora subía por unas gradas con la mirada fija en la gran luna. Sentí un incontrolable impulso por alcanzarla, pero otra figura se interpuso en mi camino. Si bien no podría decir quién o qué era, era un hecho que no sentí hostilidad hacia aquel ser, sino más bien tranquilidad.

Parpadeé unas cuantas veces hasta que la luz no volvía a mis ojos. La oscuridad me rodeó completamente antes que pudiera entender lo que pasaba. Para cuando abrí los ojos nuevamente, la luz era intensa. Esperaba encontrarme con la mirada de alguien, pero la habitación estaba completamente vacía.

Me pregunto qué habrá sido todo eso...

—Arnos-kun, ya es hora de levantarse.

La alegre voz de mi madre resonó hasta mi habitación, así que usé un hechizo para cambiarme y bajar al comedor, donde mi padre ya estaba listo para comer. Después de algunos minutos, un delicioso gratinado de hongos adornaba nuestros platos. Disfrutaba de mis alimentos, cuando las insistentes miradas de mis padres dejaban en claro que no podría estar más equivocado.

—¿Qué pasa, necesitan decirme algo?

—A decir verdad... —mi madre respondió dubitante después de unos segundos— Me preguntaba qué ha pasado con Misha-chan.

—¿Misha?

—Cierto —agregó mi padre— no la he visto... ¿quizá desde que vino la chica de cabello negro?

—Ah, Eleonor.

Ciertamente ya ha pasado un tiempo desde que vinieron las hermanas Necron a la casa.

—Arnos-kun, ¿acaso se pelearon? ¿Ya no se casarán?

El tono detrás de sus palabras era de genuina preocupación. Supongo que no pasa nada si investigo un poco para investigar al respecto, después de todo, no creo que simplemente se haya aburrido de sus clases de cocina.

—No creo que pase nada malo, pero si te preocupa tanto, voy por ella.

Me levanté de la mesa, salí por la puerta y usé mi magia.

La luz de «Ghatom» llenó mi campo visual para después mostrarme una habitación modesta y muy ordenada.

Detrás de mí sonó una voz sorprendida y ligeramente irritada.

—¿Qué estás haciendo aquí?

—Hmph, no sabía que no era bienvenido —dije mientras me giraba hacia Misha— Como sea, mi madre pregunta por su nuera, así que-.

Amor Real - Maou GakuinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora