Amor Real - Maou Gakuin

Primer Encuentro

Todo comenzó cuando recibí una invitación a la Academia del Rey Demonio tras utilizar mi magia para parecer un joven, esto porque, aunque no lo crean, mi edad está entre los 3 y los 5 años. Ahora parezco un joven de 16 años, pero en realidad tengo más de 2000 años, aunque, bueno, si lo vemos desde la perspectiva de los humanos, apenas tengo un mes de nacimiento, pero nada de eso importa. El hecho es que pretendía ir a la capital, sin embargo, mis padres no querían dejarme ir argumentando que nací hace solamente un mes.

Al final terminamos yendo los tres.

Mi padre es un artesano, mientras que mi madre prepara la comida más deliciosa, pero lo más importante, es que ambos dedican todo su esfuerzo a animarme. Un claro ejemplo de ello fue cuando llegue a la academia. Mis padres fueron conmigo debido a que querían apoyarme, cosa que no me molesto en lo absoluto, aunque no comprendo del todo el porqué, pero así fue.

Mientras caminaba, observé a una chica muy linda con un hermoso cabello blanco. A decir, verdad me recuerda a una persona en particular. Ella también iba acompañada de dos personas que parecían ser sus padres. No terminé de comprender lo que decían, dado que iba sumido en mis propios pensamientos, cuando una fuerte corriente de viento hizo que perdiera la concentración al hacer que un sobre cayera enfrente mío. Decidí recoger el sobre, y cuando levanté mi mirada me encontré con aquella chica, a quién devolví el sobre con una sonrisa.

—Gracias —dijo con un tono de voz que denotaba algo de timidez.

No sé el qué, pero su mirada tenía algo extraño. Me agradeció y comenzó a caminar junto conmigo, cosa que no negaré que me alegró un poco.

No sé cómo explicarlo con exactitud, pero en ese momento sentí una pequeña calidez.

Le pregunté si los aquellas personas que la ovacionaban eran sus padres.

—No son mis padres, solo son quienes me cuidan —respondió mientras presionaba el sobre que acababa de recuperar.

—Entonces son tus cuidadores, eh.

Presiento que hay algo más, pero no preguntaré.

—Por cierto, me llamo Arnos Voldigoad.

—Misha Necron —respondió con lo que parecía ser una tenue satisfacción.

—Misha Necron, eh, entendido.

Ya estábamos prácticamente en la puerta de la academia cuando alguien parecía estar balbuceando algo, cosa que simplemente ignoré.

—Oye idiota, te estoy hablando.

Dirigí mi mirada hacia el desconocido y respondí a su provocación —Disculpa, no sabía que me hablabas. Tu nivel mágico es tan bajo que ni siquiera te vi.

—Maldito cretino. ¡Ya verás que conmigo nadie se mete!

Pensaba en destruir a aquel insolente con mi poder, pero no esperaba lo que ocurrió.

Logré ver que unas llamas aparecieron, obra de su magia, evidentemente, sin embargo, con un leve soplido hice que se extinguieran.

—¿Acaso pretendías atacarme con esa llamita? Vaya que eres un incompetente.

—Maldito, ¡me las vas a pagar!

Misha y yo seguimos caminando sin preocupaciones. Pude verla muy tranquila, como si no le prestara atención a nada.

Mientras analizaba a la chica a mi lado, un familiar irrumpió en mis pensamientos al dar algún aviso sobre las pruebas de ingreso.

—Bien Misha, entonces te veré en otro momento.