Stranger -Loki

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Tony salió volando tomando por completo la atención de Nov mas esta no era tonta y sabía que podía volar por su cuenta por lo que no acudió a su rescate.

Entre los cuatro, después de que Strange enviara lejos a Banner, pelearon contra el súbdito de Thanos, pero nada hacía efecto. Tony siguió su batalla en el parque, pero eso no detuvo a los otros tres.

—Que simpáticos poderes, debe ser popular con los niños —intentó tocar el collar, pero se quemó.

—Es un hechizo simple pero inquebrantable.

—La arrancaré de tu cadáver —intentó atacarlo, pero Nov se lo impidió lanzándole una bola de fuego.

—No lo creo, Voldemort —tomó al alienígena con sus poderes y lo hizo girar hasta dejarlo casi inconsciente.

—Niña insolente —el monstruo no tardó en vengarse y estrelló a Nov en un edificio dejándola semiconsciente.

—Ni Voldemort sobrevivió tanto —dijo tratando de dejar de ver todo doble.

Cuando Nov pudo volver en todos sus sentidos, Strange era abducido por la nave y Spiderman intentaba ayudarlo. Novis voló hasta el círculo flotante al mismo tiempo que Tony.

—Activa el 17: A. Pet, tienes que soltarte, yo te atrapo. Novis, no te quiero aquí, vuelve al suelo.

—¡Me dijo que me encargara del mago!

—¡Ni sueñes que te voy a dejar en esto!

—Es una orden, Nov. No me quieres ver enojado —Nov lo miró sorprendida pero después rodó los ojos —. Ve a buscar a Rogers.

—Te estaré vigilando —el brazalete de Nov era inteligente y la menor estaba trabajando en una inteligencia parecida a Viernes, pero todavía no lo lograba por completo, no obstante, aún podía hacer muchas cosas con él —. No mueras —y se dejó caer.

Extrañamente Novis disfrutó de la sensación de caída, pero una llamada de Pepper la interrumpió.

—¿Pepp? —respondió aun cayendo.

—Dime que no estás en la nave.

—No, Tony me mandó de vuelta, tranquila, lo tengo rastreado.

—¿Tu rastreador sirve en el espacio? —Nov se quedó en silencio, no sabía eso. Pepper suspiró —. Vuelve a casa, después lo solucionaremos.

—Tengo una cosita que hacer antes, tú tranquila, protégete, seguiremos en contacto —Nov colgó y se dio cuenta de que ya estaba cerca del piso, así que retomó su vuelo y se guio hasta Bruce quien tenía un teléfono en su mano —. Dime que ahí tienes el número de Steve.

—Eso parece.

—Entonces no tenemos tiempo que perder, dame ese teléfono.

Nov esperaba en su cuarto del cuartel cuándo comenzó a tener una visión.

"Entrega la gema..."

La conexión era débil pero efectiva. No tardó en ver a Wanda.

"Arriba, arriba..."

Visión estaba en peligro, Nov pensó en ir a ayudarlo, pero la visión no la dejaba, no paraba, todavía le quedaba algo por ver.

Una sombra tomaba una lanza hábilmente y se acercaba. Steve Rogers. El Capitán América.

—Está de vuelta... —sonrió Nov susurrándose a sí misma.

A la mañana siguiente Rhodey y Nov tenían una reunión con gente del gobierno.

—¿Sabemos algo de Visión?

—Los satélites lo perdieron en alguna parte de Edimburgo.

—En un Quinjet robado con cinco de los criminales más buscados del mundo.

—Ellos solo son crimínales porque usted decidió llamarlos así, ¿no?

—No empieces, Rhodes. Tu talento para decir idioteces se equipara al mío.

—Si no fuera por esos acuerdos, Visión habría estado aquí —dijo Nov.

—La firma de ambos, se encontraba en los papeles.

—Es verdad, y créame que pagué por ello.

—¿Estás teniendo dudas?

—Oh no, ¿por qué?

—¿Acaso usted tiene dudas? —retó Nov pero los tres tuvieron que girarse y parar la discusión porque un grupo llegó.

—Señor secretario.

—Que descarado eres, de eso no hay duda.

—A usted le serviría serlo.

—El mundo está en llamas y ¿crees que todo está perdonado?

—No vine aquí por su perdón. Y ya no pido ningún permiso. La Tierra ya no tiene a su mejor defensor, regresamos a pelear. Y si se interpone en nuestro camino, pelearemos contra usted.

El secretario se dio vuelta y miró a Rhodes y a Novis.

—Arréstenlos.

—Claro, pero me parece que perdemos señal —Nov deshizo el holograma.

—Es una corte marcial. Que gusto verte Cap.

—Nat —Nov corrió a abrazarla y la rubia la recibió —. Capitán —saludó tímida de igual forma, la última vez que se vieron no quedaron en buenos términos.

—Wow, todos, en serio se ven mal. Fueron dos años difíciles.

—Sí, los hoteles no eran precisamente de cinco estrellas.

—Yo creo que se ven... muy bien —Bruce hizo acto de presencia —. Eh, sí, volví.

—Hola, Bruce.

—Nat.

—Esto es incómodo.

—Ni lo digas —coincidieron la menor y Pietro.