"-Avancé en el tiempo para ver futuros alternos y estudiar los posibles resultados del conflicto que viene.
-¿Cuántos viste, doctor?
-Catorce millones seiscientos cinco finales.
-¿En cuántos ganamos?
-En dos"
ACLARACIÓN: El único personaje de mi aut...
Ambos se pasearon entre gente que lucía mucho más amigable y descubrieron que hablaban español, pero aún así no entendían casi ni una sola palabra.
—Pero weona, como no cachai a ese weón.
—Dime por favor que tus pocas neuronas logran comunicarse con esta gente.
—Le entendía más al tronco parlante.
—Hey, Groot es muy amable.
—Solo dice su nombre.
—Así es su idioma, idiota.
Ambos siguieron entre la gente hasta que distinguieron un hotel, Nov tendría que usar sus poderes, pero podrían descansar cómodamente y no morir de frío como en el supermercado, además que si estaban cómodos no sería tanto el problema de quedarse unos días más.
Cada uno estaba en una cama en silencio hasta que Pietro habló.
—Nunca respondiste mi pregunta.
—¿Cuál?
—Si extrañabas a alguien.
—Todos lo hacemos.
—¿El chico con el que estabas era tu novio? —Novis suspiró.
—Algo así.
—¿Y desde cuándo que están juntos?
—Desde hace años ya.
—Es bueno que hayas encontrado alguien después del chasquido.
—No quiero hablar de chasquidos, ¿sí? Mañana saldremos a recorrer, no pienso quedarme encerrada.
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A pesar de que Novis seguía sin soportar a Pietro, ambos lo pasaron realmente bien los días que recorrieron esa dimensión. La gente hablaba muy distinto y habían aprendido palabras nuevas y "graciosas" como "conchetumadre"
El día de irse llegó y con ello las fuerzas de Nov.
Cayeron de lleno en el piso frío de un lugar cerrado y oscuro.
—¿No puedes hacernos no caer?
—Pietro, no me gusta nada este lugar —dijo la menor levantándose con el ya acostumbrado malestar.
De la nada, algo la hizo caer sentada en una silla y sus manos y pies fueron atados. Cuando sus ojos se acostumbraron a la oscuridad vio que Pietro estaba igual, pero con una cinta cubriéndole la boca.
—Perdona, teníamos que callar a tu ruidoso amigo —dijo una voz mientras se prendían las luces. Novis cerró los ojos, pero al abrirlos se dio cuenta de que estaban en una sala completamente blanca. Al mirar al hombre del que provenía la voz no tardó en reconocerlo.
—¿Strange?
—Uno de tantos —otros tres hombres idénticos entraron a la sala —. Sabíamos que vendrías.
