Capitulo 22 Temporada 3

325 21 1
                                    

Al día siguiente Louis fue a dejar a Dylan a la escuela, mientras yo iba a la casa de mis padres, esperaba a encontrar al menos a uno de mis hermanos ahí, asumiendo que mis padres también están ahí. Después de todo, Louis tiene razón, mi familia es la que el peor daño nos ha causado, y aunque es mi familia, con los que crecí yo decidí tomar otro camino, y formar algo con Louis, no puedo estar ahora excusando a mi familia a cada momento.

Así que solo toco el timbre, y no demoran nada en abrir, veo a Hero en la puerta

— Hermanito — sonrió irónica 

— ¿Qué haces aquí? — entreabrió un poco sus labios 

— ¿No puedo venir a mi casa acaso? 

Se notaba que con disgusto se hizo a un lado para que pueda pasar, entre y camine hasta el comedor, donde los vi a todos en la mesa, desayunando 

— Que lindo desayuno familiar — sonreí sin despegar mis labios — pero tan hipócrita a la vez 

— Pensé que no nos querías ver después de lo que paso, solo que te hagamos favores con Dylan — hablo papá 

— Y estas en lo correcto papá, pero lástima que Louis me haya terminado de contar la verdad de todos ustedes — fruncí mis labios — ahora utilizan a Dylan

— ¿Dylan? — Hero solo cuestiono eso con el seño fruncido 

— Así que, utilizando a Dylan para intentar alejar a Louis mí — arquee mis cejas 

— ¿Nos crees capaz de utilizar a Dylan para sobornar a alguien? — cuestiono Mercy 

— No lo creo, lo sé, su capricho de no dejarme tener una relación con Louis es aún ridículo, y ahora utilizan a Dylan — bufe 

— ¿Por qué no piensas en lo que paso hace unos años? — cuestiono papá — de un día para otro, te escapas con Louis y luego de años nos enteramos que tienes un hijo con él, y que cuando te escapaste con él ya estabas embarazada, y no crees que fue bastante raro que escaparas con Louis, tú sabias que tenias que irte con Hero 

— Y yo no quería irme — recordé 

— Escúchame — suspiro — nosotros estaríamos dispuestos a decirte lo que paso con la familia de Louis y el porque de que no queremos que estés con él, la lástima que deberíamos lamentar es que tú estas demasiado cegada como para aceptarlo

— ¿Acaso cuando ibas en la escuela no te dijeron como se hacían los bebés y como uno se cuida? — quejo Titan

— No seas ridículo Titan — arquee mis cejas 

— Siempre te has quejado de los engreimientos de tus hermanos — hablo mamá — pero no te has dado cuenta que la más caprichosa eres tú, quieres que todo se haga para cuando lo pides, te quejas de todo lo que no sale a tu manera, solo veías todo lo que tus hermanos hacían, pero no te fijabas en ti, en tu comportamiento, no sé si habrás cambiado ahora que tienes a Dylan, sabes que Louis fue un capricho hasta que te enamoraste 

— ¿Enserio crees eso? — entreabrí un poco mis labios 

— ¿Tú no? 

No dije nada, solo camine hasta la puerta para ir hasta la puerta, tomar el auto e irme a mi trabajo, solo pensaba en lo que decía mamá, toda mi vida he estado quejándome de mis hermanos, y tal vez nunca me queje de mí.

Hasta caer la noche, a pesar de todo, a pesar de tener que concentrarme en algo más no podía dejar de pensar en lo de la mañana, en solo las palabras que me dijo mamá, sé que soy una adulta ya, pero aún así las cosas pueden afectar en cualquier momento.

Traía cargado a Dylan en mis brazos, con su rostro hacia atrás, había quedado dormido en el auto

— Hola... — dijo Louis — ¿Se durmió? — dirigió su mirada hacia Dylan 

— Sí — sonreí levemente — le pondré su pijama y lo acostare en su cama, espérame

Camine hasta la habitación de Dylan, tenia que tratarlo con cuidado para no despertarlo, solo ponerme su pijama y arroparlo entre las sabanas. Ya en mi habitación deje mis cosas, estaba agotada después de todo, solo quite mis zapatos, y me coloque unos zapatos más cómodos y camine hasta la sala.

— ¿Qué es todo esto? — fruncí el seño 

La mesa estaba perfectamente adornada, con velas y platos, perfecto como para una cena 

— Bueno — Louis se acerco a mí — hace mucho no hacemos algo solo nosotros dos 

— Louis — sonreí 

Me acerque aún más a él, nuestros labios juntarse, Louis había planeado esto, solo para mí, o para los dos, hacer algo los dos juntos, como no lo hacemos por decirlo así hace años 

— ¿Puedo decirte algo? — pregunto en cuanto se separo de mí 

— Puedes — sonreí 

— Te amo, no sabes cuanto, cuando vivíamos en la otra ciudad recuerdo que te lo decía todos los días, y cuando volvimos no sé que paso, no lo sé, que ya no te lo decía, pero ese sentimiento nunca desapareció, te amo como el primer momento, de aquella chica de uniforme en la escuela que tenia una sonrisa reluciente, que acomodaba su cabello a cada instante, que solo quería escaparse y no ir a clases 

— Lou — reí 

— Y amo cada parte de ti — empezó a pasar su mano por mi cintura — cada parte sin excepción alguna — bajó su mirada por un tiempo y en segundos volvió a levantarla — sé que cuando nació Dylan tú tuviste algunos problemas contigo misma, tenías miedo a muchas cosas

— Pero tú me ayudaste — coloqué mi mano sobre su mejilla

— Y eso es lo que me ayuda a mí, que yo pude ayudarte y para bien a ti, perdóname si he hecho algo mal, algo que te hizo daño, solo te pido que me perdones, nunca he querido hacerte daño, y prometo no hacerlo nunca más, sólo para verte feliz a ti y a Dylan, porque ustedes dos son lo que más apreció, lo que más amo, y es mucho más que eso, porque gracias a ti tengo a Dylan, porque pudiste haber tomado cualquier otra decisión, pero gracias a ti somos la familia que somos ahora, como tanto lo planeábamos antes de huir

Él se acerco a mí para poder besarme, mientras yo también acercaba mi rostro al suyo, sus manos completaban el círculo mientras rodeaban mi cintura, y mis manos se colocaban en su mejilla, sus manos hacían presión en mi espalda haciendo que se inclinara para atrás. 

Pasamos la noche solo entre nosotros, como antes, siendo solo nosotros dos, aprovechando que Dylan ya estaba dormido. Éramos simplemente los dos, él y yo. Hasta caer rendidos a la cama, apoye mi cabeza sobre su pecho, mientras Louis empezaba a acariciar mi cabello.

— Entonces — hablo él — nos casaremos en la playa frente al mar, con el sonido tranquilizante del mar, con nuestros trajes blancos, mientras nos declaramos nuestro amor para siempre

— ¿Por qué en la playa? — fruncí el seño 

— Es un lugar especial para nosotros, ¿No lo crees? 

— Bueno... — me quede callada un rato —. Tienes razón — sonreí. 

Tú y yo ¿Siempre? ||Louis PartridgeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora