Tú y yo ¿Siempre? ||Louis Partridge

Capítulo 10 Temporada

— ¿Que? — abrí mis ojos como plato al escuchar eso, yo sí solía salir de fiesta pero hace ya un buen tiempo que no lo hago

— Sí, es decir, ya cumples diecisiete, no seria algo novedoso que alguien cumpla diecisiete salga a una fiesta tranquilamente

— Estaría bien salir un sábado — considero Louis

— Bueno, estaría bien salir un viernes, por la noche — también ofreció Lucas

— _______ ya nos dijo que posiblemente ese día salga con sus padres — contradijo Axel — así que estaría bien un sábado por la noche ¿no? — me miro a mí

— Sí coincido — acepte con una sonrisa sin separar mis labios

— Bueno — ahora volvió a hablar Ryan — hace tiempo no salía a una fiesta — recordó — así que yo sí estoy de acuerdo, además nosotros, bueno la mayoría sabemos que los padres de _______ en sus cumpleaños siempre se le llevan, así que creo que estaría bien un sábado

— Bueno, entonces como mi cumpleaños es día viernes, seria al día siguiente — y termine con eso

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Después de eso, habían pasado una semana, era viernes, en la tarde se estrenaba la película de Louis con Millie, para verla nos íbamos a reunir en la casa de Millie, al principio habíamos pensando en ir todos después de la escuela a la casa Millie, pero tendríamos que esperar cuatro horas para ver el estreno de la película, así que cada uno iría por su cuenta, después de la salida, Louis y yo salimos a pasear un rato al parque, estaba bastante nervioso por el estreno, así que quería que se distrajera un poco, sin que notara que yo también estoy aún más nerviosa...

— ¿Qué quieres hacer? — le pregunte a Louis intentando fingir estar emocionada

— _______ por favor — solo dijo eso moviendo su cabeza en circulo, se notaba algo hastiado

— Vamos Louis estas bastante nervioso, sé que hoy se estrena la película, pero estas nervioso desde ayer, ¿Qué quieres hacer? — tome sus manos y las entrelace con las mías — hubieras mejor ido con tu familia — arquee mis cejas

— A ti no puedo decirte que no, además mis padres salieron, tienes unos cambios de humos bastante extraños — rodó sus ojos y yo solo sonreí — no sé, ¿Qué quieres hacer tu?

— Louis pero — suspire — te estoy diciendo a ti que me digas que quieres hacer, no para que me preguntes a mi — suspire pero yo ahora también estaba hastiada

— ¿No quieres hacer algo tú? Es que no se me ocurre nada — torció sus labios

—Bueno... Tengo hambre de unas papas... — sonreí

— Bien vamos, contigo me voy a quedar sin dinero — alzo sus cejas

— Capaz — le di un pequeño y sonreí —, puedo pagarlas yo también

Louis y yo empezamos a caminar, el paso su brazo por mi hombro, y yo solo agarré su mano, empezamos a caminar a una tienda, compramos lo que queríamos y nos sentamos en una de las bancas, que se encontraban en el parque, yo había colocado mi cabeza sobre el hombro de Louis

— ¿Y que papel haces en la película? — le pregunte

— No te puedo decir, lo veras en la película — respondió el

— Louis... Ya, quiero saber — insistí

— Lo veras en la película, ¿si? — y solo soltó eso, y me dio un pequeño beso intentando calmarme

— Hola — dijo un niños acercándose a nosotros

— Hola, ¿Qué pasa? — incline un poco mi espalda para acercarme a el

— Es para ti — y me entrego una pequeño flor

— Gracias, que lindo — acaricie su aún pequeño rostro

— Sí, muy lindo — hablo Louis — pero ella tiene novio — y sonrió con ironía

Al escuchar eso solo pude reír, ¿Louis estaba celoso de un niño?, Sí, lo estaba

— ¿Es tu novio? — pregunto el niño

— Sí, así es, es mi novio — respondí sonriente

— Mi mamá dice que estoy pequeño para tener novia — menciono tiernamente

— Bueno, sí estas pequeño para tener novia, tal vez cuando crezcas

— Te voy a esperar — dio un beso en mi mejilla y se fue

— Eso fue muy lindo — sonreí mientras veía como se iba — ¿estas bien? — pregunte mirando a Louis

— Super bien, un niño viene y te da una flor — dijo serio — los niños son capaces de todo

— Ay Louis, — dije moviendo mi cabeza hacia un lado — es un niño — coloque mi mano en sus mejillas — yo te amo a ti — reí y lo bese, cada día me hacia más adicta a sus labios

— Yo también te amo — puso su mano sobre mi cuello y acaricio este con sus dedos

— Sabes, estoy aburrida — quejé

— ¿Qué quieres hacer? — pregunto acomodando su cabello

— No sé... ¿Vamos a mi casa? — ofrecí

— ¿A tu casa? — me pregunto el sorprendido

— Sí, nos quedamos ahí hasta que vayamos a casa de Millie, ¿te parece?

— Si, vamos — se puse de pie

Ambos empezamos a caminar hacia mi casa, claramente yo la conocía, y él también conocía la dirección así que fuimos sin problema. Esperaba después de esto recibir solamente buenas noticias, además de notar la ilusión en los ojos de Louis, me siento emocionada, pero mis nervios ganan, será una gran tarde, mi familia es exitosa, y muchas más que eso, pero ahora me toca ver el éxito de mi novio, es normal para mí, espero que sea igual para Louis, además se ser especial.

Cuando entramos no había nadie, subimos a mi habitación y el solo se sentó en mi cama y yo igual

— Bueno, ¿Qué quieres hacer? — restregando mis ojos

— ¿Tú? — nunca escogía él, tratar que Louis decida era difícil

— Tengo sueño

— ¿Dormimos? — ofreció con una sonrisa

— Claro — respondí de la misma manera

Me saque el abrigo de mi y la puse sobre una silla, Louis hizo lo mismo con su blazer, los dos nos acostamos en la cama, el había colocado mi cabeza sobre su pecho, mientras rodeaba mi cintura con sus brazos, haciendo juntar sus manos al final, levante un poco mi cabeza para ver la suya y el empezó a darme pequeños besos repentinamente, yo solo le sonreí.

— ¡Louis, ya! — exclame riendo — ya... Tengo sueño

— Bien, pon una alarma mas o menos a las cinco, para levantarnos y para ir a la casa de Millie, por favor — empezó a acariciar mi cabello

Yo solo asentí, y agarre mi teléfono para colocar la alarma, y después dormir los dos...

Me encontraba en la cama, estaba media dormida, el teléfono había estado sonando hace un buen rato, supongo que era la alarma

— _______, ¿puedes apagar eso? esta sonando hace un buen rato — dijo Louis medio dormido

— Es la alarma, ya son las cinco y treinta — y volví a acomodarme

— Ah... Bien... ¡Espera! ¿Qué? — y sentí como Louis se levanto pesadamente de la cama

— Son las cinco y medi... — y me di cuenta — ¡Las cinco y media! — y abrí mis ojos como plato