Un nuevo día de trabajo había concluido para la familia Tsuhikiko, es una alegría que hayamos logrado vender toda la mercadería entre los pueblos cercanos.
—Cada vez hay más escases entre esos pueblos—Comento mamá con pena—No entiendo que sucede con los mercaderes que pasaban por estas zonas.
—Debe ser por los demonios...—Habló a duras penas el abuelo.
Hice una mueca de tristeza y nostalgia al ver el rostro del abuelo. Deje los platos que cargaba sobre la mesa para dirigirme hacia mi abuelo que descansaba en un fotón, una habitación separada a la cocina de la pequeña casa.
—Abuelito—Pronuncie con una sonrisa.
—Tu mamá no quiere recordar—Dijo frunciendo el ceño—Pero los demonios...—Hizo una pausa—Pasaban por aquí por las noches, lo siguen haciendo.
—¿Cómo sabes?—Pregunté curiosa, observe de reojo a mamá a quien no le gustaba oír sobre ese tema.
—Yo los combati durante un tiempo, antes de caer como costal de papas sobre este Futon—Gruño con enfado antes de toser—Aún así para encontrar su debilidad perdimos...vidas.
Estire mis brazos hasta lograr tomar una jarra con agua y un vaso para vertirle agua dentro, se lo entregue al abuelo quien tomo el contenido sin dudar.
—¿Cómo buscabas a los demonios?—No estaba segura de la existencia de los demonios, nunca me crucé con ninguno pero una de las cosas que más me encantaban era escuchar las fantásticas historias del abuelo sobre los "demonios"
—Una organización llamada, "cazadores de demonios", somos quienes los buscan durante las noches y los días—Su voz sonaba cansada, se esforzaba por relatar la historia—Hasta el día de hoy sigue sucediendo pero las personas como quienes viven en estos pueblos no tienen idea de la realidad...
—¿Podrían haber devorado a los mercaderes?—Pregunté esperando repuesta.
El único sonido que se escucho fue el de una puerta abriéndose abruptamente.
—¿Qué te he dicho sobre esas historias, Papá?—Me sobresalte. El abuelo se limitó a observar al techo ignorando a mamá quien suspiró—No deberías preguntar tu, Satoko—Me regaño.
Con una sonrisa en mi rostro, acaricie el cabello del abuelo para ponerme de pie hasta llegar junto a mamá.
—Descansa abuelo—En su forma pensativa lo dejamos en su habitación.
La familia estaba conformada por el abuelo, yo y mamá. La hermosa abuela Satoko apenas logró tener recuerdos suyos, falleció en mi sexto cumpleaños dejando a el abuelo con una gran tristeza, al igual que mamá.
Lastimosamente no logré conocer a mi padre quien falleció días antes de mi nacimiento de manera desconocida para mi, jamas me contaron la causa de su muerte y yo me he limitado a no preguntar nada más que su nombre, Shishiro.
A pesar de no recordarlos de la manera que me gustaría, decidí vivir por quienes me amaron y honrar sus recuerdos.
Caminé hacia los anteriores platos que había dejado sobre la mesa, aún estaban sucios y debían ser lavados. Con cuidado comencé a refregarlos con la pequeña esponja.
—¿Seran reales?—La curiosidad mataba, me carcomia por dentro no tener la respuesta a mi pregunta tan frecuente, pero aún así no me gustaría encontrarme con uno de esos demonios.
El abuelo parecía no dudar de sus palabras, todo sonaba cierto pero mamá parece molesta al oír sobre demonios, ¿Le molesta que me hable de ellos?¿Por qué será?
Me gustaría averiguarlo.
¡Hola!¿Qué tal?Esta historia debió ser inesperada pero no pude evitar no escribir una sobre este fantástico personaje.
Yoriichi es uno de mis favoritos💜
Pensé en establecer días para cada una de mis historias y finalmente concluir cada una de ellas.
Espero que les haya gustado, ¡Bye!
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Mi Camino / Yoriichi Tsugikuni
Mistero / ThrillerSatoko, una campesina de un pequeño pueblo a los pies de una montaña. Una muchacha de buen corazón, alegre y comprensiva. Miles dudas que esperaban una repuesta a sus miles de preguntas. Un buen acto le traería lo que para su vida es inesperado. Yor...