Montserrat Diggory
Al poco rato que llegó Cedric empezamos a caminar dividiéndonos para ir a comprar los materiales.
Padre y Cedric se adelantaron casi corriendo, ellos se encargarían de ir a comprar los libros en Flourish & Blotts y los Calderos. Si mi intuición no falla, que es muy raro que pase, lo más seguro es que irán a echar un ojo a Artículos de Calidad para Quidditch ya que Cedric está en el equipo de su casa y quiere ser el próximo Capitán.
Se me hace injusto que los de Primero no podamos hacer las prácticas hasta Segundo para entrar al equipo, desde que Ced entro al equipo siempre que regresaba en las vacaciones me enseñaba como jugarlo y me contaba anécdotas de cada uno de sus partidos. Me acuerdo que el año pasado en vacaciones de navidad cuando él estaba en su tercer año me estaba enseñando una de las tácticas de su equipo de Hufflepuff, se le olvido que estaba jugando con una niña de 10 años que no tenía la misma masa muscular que él adquirió por todos los entrenamientos. Así que cuando estaba a punto de atrapar la Snitch me empujo, salí volando casi dos metros de distancia de él cayendo al piso junto con los restos de mi escoba. A madre casi le da un ataque al verme tirada en el suelo con la cabeza sangrando. Yo me sentía mareada, pero quería seguir jugando porque si en algo teníamos en común Cedric y yo es que somos muy competitivos. Y ni con un golpe o un poco de sangre me iban a detener, pero al momento de querer pararme todo se volvió negro y cuando desperté estaba en una camilla de San Mungo con un brazo roto y una venda en mi cabeza, mi familia estaba al borde del colapso porque había estado sin despertar más de 1 mes.
Lo único bueno que saque de ese accidente fue que Ced me compró una nueva escoba y lo tuve de esclavo mientras me recuperaba
—Tenemos que ir a comprar pergaminos, plumas y tintas—Dice mi madre leyendo la lista.
—Primero vamos a Slug & Jigger—Agarro su mano, estaba esperando este día con ansias para poder comprar todo tipo de ingredientes para pociones.
—Está bien, pero no me jales—Dijo volteando los ojos.
No le hice caso y la seguí llevando de la mano, estaba muy emocionada por este nuevo año. Cuando llegamos a la tienda le solté la mano y abrí la puerta, al entrar a los lados de la puerta en el suelo había barriles llenos de una sustancia viscosa y botes con hierbas. Mi vista se fue a las paredes llenas de raíces secas y polvos brillantes, en el techo colgaban manojos de plumas e hileras de colmillos y garras.
—Buenos días—Nos saluda un hombre adulto canoso de altura mediana— ¿En qué puedo ayudarles?
Mi madre le da la lista y él empieza a buscar los materiales mientras que yo inspecciono la tienda. Hay de todo aquí desde Sangre de Unicornio hasta pociones preparadas como la Amortentia. Agarro un frasco de Pelo de Unicornio, uno de Pluma de Fénix y un Aguamiel.
—Muérdago—Digo leyendo la etiqueta en voz alta, al momento que estire la mano para tomarlo otra mano choca contra la mía.
Giro mi cabeza al lado izquierdo encontrándome con unos ojos grises, un niño rubio platinado de mi estatura estaba a mi lado. Ninguno de los dos apartaba la mirada, como si fuera una competencia
—Hija, tenemos que irnos—Me llama mi madre, pero yo no dejaba de mirar esos ojos grises.
El niño sonríe y es el primero en apartar la mirada, toma un frasco de Acónito y se reúne con un señor de cabello largo del mismo color que el suyo. Lo miro por última vez para después agarrar rápidamente una Vainilla del viento y Sal amoniaca para ir con mi madre al mostrador para pagar
—Tengan un buen día—Nos sonríe el dueño dándonos la bolsa con la compra.
Cuando volteo hacia la entrada ya no hay rastro de aquel niño rubio, salimos de la tienda hacia Scribbulus. Cuando llegamos sonrió al ver que efectivamente estaban mi padre y Ced saliendo de la Tienda de Artículos de Calidad para Quidditch
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Tiempo de Enamorarse | Draco Malfoy
RandomDesde pequeña era especial, siempre trayendo luz a donde fuera dando cariño a las personas de su alrededor. Una chica de carácter fuerte e inteligente que si tiene que luchar y tomar decisiones delicadas con tal de mantener a salvo a sus seres queri...