Nunca confíes en una serpiente (Traducción)

Capítulo 17

______________Nunca confíes en una serpiente______________

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"Me reuniré contigo en un momento. Fred, George." Hadrian respondió, asintiendo con la cabeza a los gemelos mientras decía sus respectivos nombres, antes de entrar a su habitación. Los gemelos continuaron sonriendo mientras se vieron obligados a arrastrar a su hermana lejos de la puerta. Los tres regresaron en un cómodo silencio, antes de que el rostro de George se diera cuenta.

"¿Cómo nos reconoció, Freddy?"

Capitulo

Dumbledore vigilaba a la Orden mientras comían y charlaban alegremente. Todos llegaron a Potter Manor rápidamente, ansiosos por la deliciosa comida de la Sra. Potter y la Sra. Weasley. Los niños Weasley, Hermione y, por supuesto, Evan se sentaron cerca del final de la mesa, charlando animadamente. Lily estaba sentada junto a su hijo, viendo hablar a los Merodeadores. Además de ellos estaban Nymphadora, Kingsley y Moody. Severus no pudo asistir, lo que no molestó a ninguno de los demás. Todo fue por satisfacción, pensó Dumbledore.

Sin embargo, esta perfecta ilusión de felicidad y tranquilidad pronto se destruyó cuando se abrió la puerta. Hadrian Potter entró en la habitación, sus ojos brillantes buscando a cada invitado.

"¿Quien es?" Preguntó Tonks, mirando a los Potter, que parecían relativamente sorprendidos, en busca de respuestas.

"¡Oh! Hadrian, no sabíamos que te unirías a nosotros," jadeó Lily, rápidamente haciendo un gesto para que los demás hicieran espacio para el chico. Dicho chico puso los ojos en blanco antes de tomar asiento frente a Sirius Black. El rostro de Hadrian formó una expresión dura mientras se sentaba. Este movimiento no pasó desapercibido para el Director. Los ojos de Dumbledore brillaron cuando un plan comenzó a formarse en su cabeza. Obviamente, Hadrian sentía aversión por Sirius, y si podía explotar eso, entonces la Herencia Negra se convertiría en Evan en poco tiempo.

"Este es el gemelo de Evan, Harry, quien fue amablemente aceptado por la hermana de mi Lily." James explicó, ignorando el gruñido de Hadrian al escuchar su nombre, a los pocos miembros de la Orden que aún estaban confundidos. Hadrian chasqueó los dedos con indiferencia, provocando que un plato de comida viajara desde la cocina al espacio frente a él. La Orden observó con incredulidad cómo el chico se las arreglaba para hacer magia sin varita y sin palabras. Dumbledore, sin embargo, vio esto como una amenaza y por lo tanto su señal para comenzar su plan.

"¡Harry, muchacho! Debo estar equivocado, pero ¿pensé que te había visto mirando a tu padrino antes?" Los ojos de Dumbledore brillaron de placer cuando sus compañeros magos miraron a Hadrian.

"¡Debes estar equivocado, Dumbledore! ¡Hadrian me ama!" Sirius gritó, la diversión evidente en su rostro. Después de todo, ¿Cómo podía odiarlo Hadrian? Sirius siempre trató de apoyar al chico, incluso cuando Lily y James no estaban allí. Siempre recordaría su cumpleaños, Navidad y cualquier festividad que Potter celebrara. El perro animago y el hombre lobo habían amado al niño como si fuera su propio hijo.

Hadrian, a pesar de lo que pensaba su padrino, despreciaba a Sirius Black. Aunque el hombre se había portado bien con él, mintió. Una mentira que atormentaba y molestaba a Hadrian todos los días desde que dejó a los Potter.

'Te mantendré a salvo Harry...' Esas fueron las palabras de Sirius. Una promesa de mantenerte a salvo. Sin embargo, pocos días después de esa promesa, Hadrian fue enviado a los Dursley y estaba todo menos seguro. Incluso después de eso, no estaba seguro. Viviendo en las calles, temeroso de que alguien se enterara de que mató a los Dursley.