Día 10: Drunk confession.

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Ezio x Altaïr

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Ezio x Altaïr.

Sinopsis:

Miró dudoso la bebida que le fue ofrecida y pensó: "¿Qué tan malo podría ser?" Tal vez debería dejar de tomar decisiones sin antes meditarlas de forma adecuada.

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«Ah, otra vez», pensó Altaïr con amargura creciente en su interior. ¿Por qué estaban ahí para empezar? Ah, claro, información, la información era necesaria y esa casa era una de sus mejores referencias si querían datos de calidad de las personas, sobre todo de los hombres. El aroma a vino y rosas se extendía por el sitio, incluso una delicada lluvia de pétalos rojizos caían desde el primer descanso de las escaleras, cortesía de un par de chicas que se encontraban ahí con un cestito decorado en listones blancos y rojos.

El perfume inundando ese lugar le daba comezón en la nariz y muchas veces tuvo que abstenerse de estornudar. Desde su lugar, discreto a lado de la puerta, sumido en penumbras, observó al otro lado de la sala como el florentino reía ante los comentarios coquetos de las chicas que abrazaban sus brazos o acariciaban su torso, paseando los finos dedos sobre la blanca tela del uniforme. Tuvo que apartar la mirada, gesto que a simple vista parecía despectivo, indiferente, menos para un par de ojos marrones que estaban expectantes cerca de ahí.

—¿Estás bien? —La gentil voz femenina le sacó de sus pensamientos amargos.

Frente a él estaba Claudia Auditore, la que llevaba aquella casa de cortesanas con gran habilidad, gracias a ella podían recolectar una gran cantidad de información. Sus hombros se relajaron al verla al igual que su expresión, aunque de cierta manera evitó darle directamente el rostro pues se sentía expuesto con ella cerca. La menor de la familia había resultado más suspicaz de lo que aparentaba, para su desgracia.

—Sí, ¿por qué lo preguntas?

—Presentimiento. Vamos, no hace falta que mientas —ante su sonrisa cómplice solo pudo sonrojarse levemente y la cosa no mejoró luego de que Claudia soltara una risita ante su reacción—. No tienes que preocuparte tanto, a pesar de lo que parezca, él solo actúa así por mera cortesía —ambos voltearon hacia donde estaba Ezio rodeado de las más hermosas chicas de ahí.

—No parece ser así más de la mitad de las veces —se abstuvo de suspirar, volvió a desviar la mirada.

—Tal para cual —musitó Claudia con tono desanimado.

—¿Disculpa?

—Nada —se apresuró a decir para la consternación de Altaïr que apenas había captado la frase—. ¿Por qué no...?

—No es buena idea.

—Ni siquiera he dicho nada —refutó cruzándose de brazos.

—Sé lo que ibas a decir.

Assassin's Creed: One-shots (Boy's love).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora