Assassin's Creed: One-shots (Boy's love).

Día 22: Watching the sunset.

Ezio x Altaïr.

Sinopsis:

El mundo estaba lleno de hermosas coincidencias. En silencio, él nombró a esa visión presentada ante sus ojos como una de ellas.

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—Te encontré —anunció alegremente el florentino al subir por completo al tejado del alto edificio.

—¿Me necesitas para algo?

Indagó Altaïr apoyando su espalda contra el muro de piedra fría, cerró sus ojos a medias sin despegar por completo su atención de los infinitos prados verdes que podían observarse desde aquella torre en San Gimignano. El viento agitó los pastizales salpicados de diminutas flores amarillas y cultivos de trigo, creando la ilusión del oleaje apacible del océano por las tardes. Rozando las sinuosas colinas con sus cálidos rayos cada minuto más débiles, el sol les regalaba un último momento de luz antes de que la luna lo supliera en las alturas.

—¿Necesito algún motivo para poder verte? —Alegó con una sonrisa coqueta y tomó asiento a su lado, fijando la vista en el mismo escenario que tenía tan embelesado al sirio—. Es una buena vista.

—Lo es —pasó de largo su primer comentario.

Sin advertirlo bostezó y una fina capa de lágrimas empañó su visión. Se había relajado demás, ahora estaba adormilado. El viento fresco del atardecer llevó hasta él no solo el aroma de la hierba, sino que también iba cargado del perfume un tanto dulzón de Ezio. De reojo observó al menor sonriente, se había retirado la capucha y ahora sus cabellos se balanceaban juguetonamente gracias a la caricia del aire.

Elevó la mirada al cielo cada vez más oscuro, las estrellas también empezaron a emerger, brillando con timidez en medio del azul profundo. Regresó los dorados orbes a la estrella más grande que se escondía detrás de las altas superficies montañosas. De pronto, a Altaïr lo invadió un sentimiento de inquietud al contemplar la reluciente esfera, tal vez era debido al cansancio, pero le daba la impresión de que el sol estaba reacio a desaparecer.

—Oh, la luna también ya comenzó a salir.

Altaïr se volvió en dirección a Ezio y en efecto, la luna escaló impaciente por los cielos. Hubo un momento donde la noche y el día estuvieron de frente, admirándose por aquella única ocasión que se les permitía estar juntos en el firmamento y después de eso todo volvió a su ritmo normal. Altaïr dio un vistazo final al sol y aquella sensación incomoda se esfumó, sin embargo, no fue sino hasta que regresó su atención al florentino, que comprendió –tal vez- aquella inquietud del astro rey. Ezio le devolvió la mirada sin borrar su sonrisa. El brillo de plata en sus ojos se combinó al de la luna atrás del chico mientras sentía todavía el calor de los últimos rayos solares sobre su propia espalda. Y tras una ligera risa entre dientes, regresó a su posición relajada e ignorando la expresión confundida del menor, dijo:

—Qué extraña coincidencia.

¿Por qué me gusta tanto hacer comparación entre ellos con el sol y la luna?... No sé -w-
Nah mentira, obvio que sé 😅.
PERO-... ¿A poco no queda hermoso? qwq. Es que o sea, ellos solitos se prestan a esto 🤭, es la primera vez que una shipp mía se complementa tan bien en este aspecto, es decir: Altaïr es bien conocido por sus ojos dorados, es como lo más característico de él y ¿encima me vienen con que Ezio tiene ojos color gris? Pa' mí que hay gato encerrado 7w7
Y sí, ya sé que en todos lados y en todos los fanfics siempre ponen que Ezio tiene ojos castaños, pero en la novela el autor los describe grises y pues eso hizo volar mi imaginación :D
Además, se supone que las novelas son canon así que: A imaginar libremente(?)

Adjunto evidencia:

Cortito por que la universidad ahora sí me tiene hasta el cuello :'v
Lo peor es que aun no termino el de mañana.
-Entra en pánico-

Nos vemos mañana~ ^^