Seduciendo a mi jefe

CAP4

 —¡QUE! —grito Amanda cuando le comunico, que ahora era el chofer personal de Arturo —NO, ESTO TIENE QUE SER UN CHISTE Y DE MUY MAL GUSTO —continuo moviendo la cabeza, negándose a aceptar que su hermana mayor se había metido en la boca del lobo.

—Ya cállate —le tapo la boca Rosa, temerosa de que su madre pudiera escuchar su conversación.

Maldita zorra —le grito enfurecida.

Rosa se tapó la cara frustrada. Su pequeña hermana nunca lo entendería, a pesar de que ya era una joven de 23 y aun así, se comportaba como una chiquilla adolescente, sin embargo, era entendible su preocupación. Ella misma era consciente de que se estaba metiendo en la boca del lobo y lo peor de todo es que, ella tenía la sensación de que le iba a encantar, ser devorada por aquel lobo, siniestro.

Amanda la fulmino con la mirada. Cada vez que se enoja con su hermana, la llamaba con ese sobre nombre. Ya que en ese momento se sentía frustrada. Furiosa. Estaba segura de que ese idiota aria sufrir a su hermana y ella no quería ver ese memento.

No quería ver ese momento cuando su hermana tuviera el corazón roto en mil pedazos. Porque así terminaría, si ella continuaba con aquella absurda idea de salvarlo de sí mismo. Porque ¿quien demonios la salvaría a ella? Ese tal Roberto solo estaba pensando en como salvar a su nieto, pero ella ¿se había puesto a pensar un minuto en como terminaría su hermana? ¿En sus sentimientos? En que terminaría no solo con el corazón roto, sino con una herida profunda que sería difícil de cicatrizar ¡no lo creía!

Es muy fácil pedir ayuda a otros.

Ponerte entre la espada y la pared.

Persuadirte o manipularte a que hagas lo que otros quieren.

PERO

¿QUIEN DEMONIOS PIENSA EN TUS SENTIMIENTOS?

¿EN LO INFELIZ QUE PUEDES LLEGAR HACER, SI LAS COSAS NO SALEN COMO LO PLANEARON?

¿QUIEN TE ASEGURA QUE DESPUÉS QUE ESTÉS POR LOS RINCONES, LLORANDO AMARGAMENTE, POR LO QUE PUDO Y NUNCA FUE?

QUIEN TE PERSUADIÓ Y TE CONVENCIÓ DE QUE LO HICIERA, ¿ESTARÁ AHÍ?

NO.

¿Sabes Por qué no?

PORQUE ESAS PERSONAS NO ESTÁN PENSANDO EN TI, SINO EN SU PROPIO VENEFICIO.

TE PINTAN LAS COSAS DE MIL COLORES, SIN MENCIONARTE EL NEGRO. HACIENDO QUE TODO SE VEA FÁCIL AL PERSUADIRTE, PERO NO, NO SERA ASÍ. SI NO TODO LO CONTRARIO, NO SERA FÁCIL SALIR DEL FANGO CUANDO SIENTAS LAS DENSAS TINIEBLAS ARROPAR TU VIDA, LLENÁNDOTE DE SOLEDAD Y HACIÉNDOTE SENTIR MISERABLE.

ENTONCES ¿VALE LA PENA SALIR HERIDA, PARA COMPLACER A OTROS?

Creo que no.

PORQUE NO ESTARÁN AHÍ LOS QUE TE INFLUENCIARON HACER LO QUE ELLOS DESEARON

NO.

NO ESTARÁN AHÍ. ¿SABES POR QUE?. PORQUE LAS PERSONAS CUANDO OBTIENEN LO QUE QUIEREN, NO LES IMPORTA LO QUE PUEDA PASAR CONTIGO, SIEMPRE Y CUANDO, ELLOS OBTENGAN LO QUE QUIEREN.

Pensaba Amanda furiosa con su hermana.

Se sentía indignada y más cuando le contó lo que ese idiota le había propuesto.

—Anda. No te pongas así —hizo Rosa puchero —. No me gusta verte así.

—No tengo otra cara —suspiro frustrada —, pero si ya te metiste en este lío y como sé, que no lo vas a dejar. No me queda otra más que intentar lograr, que tú no salgas herida, así que harás todo lo que yo te diga. Por muy absurdo que te parezca. No permitiré que ese idiota juegue con mi hermana, así que si él quiere jugar al seductor, tú también lo harás. Y más te vale que hagas todo lo que te diga —sentencio, fulminadora con la mirada.

—Estás loca —exclamo, confundida.

—Loco esta ese señor, que te manda a la guerra sin pensar que en el proceso puedas salir herida. Y como yo no soy una perita en dulce ¡te aguantas! —Sentencio la otra rubia de carácter fuerte —¿No querías ayudarlo? Pues lo harás, pero ahora, él será el que se tendrá que arrastrarse ante ti. Porque Arturo, terminara rogando por tu amor, no al revés. No voy a permitir que mi hermana termine con el corazón roto y que mucho menos sea solo un revolcón o una más de su lista.