TatianaDos semanas y media... eso es lo que llevamos esperando la recuperación de Andrew. Semanas en las que he visto a mi novio llorar y no descansar en ese sofá de la sala de espera.
Ha sido poco lo que hemos compartido como novios él y yo, en realidad es un poco absurdo y egoísta pensar en estos momentos en besos y mimos de novios cuando su mejor amigo, mejor dicho, su hermano está en estado crítico. Pero me hace falta besarlo y abrazarlo, no quiero que me tome por insensible.
— Tatiana, querida — mi ahora suegra se dirige a mi — ¿Puedes convencer a Theo de ir a casa a descansar?
— No ha querido comer hoy — respondo con pesar — no creo que quiera irse a casa
— ¿Puedes intentarlo? Que descanse unas horas y luego regrese, no quiero verme obligada a dormirlo de nuevo
— Lo voy a intentar, pero si no accede, puede volver a doparlo — le digo lo último en un susurro
Mi suegra se va de nuevo a su consultorio y yo miro a mi novio quien está recostado del sofá mirando la puerta de la UCI, se lo preocupado que es y lo sobreprotector con todos y esto se que lo tiene con los nervios colapsados. Camino hacia él y le acaricio el cabello, me mira y sonríe
— Cariño, necesitas descansar y comer bien, no puedes mantenerte solo con Gatorade — le digo en tono suave y el solo me mira
— Podemos ir a casa a descansar, a cambiarnos de ropa y volver — la sugerencia lo hace moverse y volver a mirar la puerta — si no lo haces tus padres volverán a doparte
Esta vez me mira con recelo y tensa su mandíbula, se que no tomó bien eso la vez anterior, pero no le queda de otra que colaborar.
— ¿Es tan difícil entender que no quiero irme de aquí? — su tono es duro y me sorprende pero no le demuestro que me afecta
— Lo entiendo y también entiendo a tus padres al querer cuidarte de que termines enfermo por no comer bien, ni descansar lo suficiente — le respondo en el mundo tono y me alejo de él
— Tatiana, lo siento — se levanta para alcanzarme pero lo freno — pequeña no quise ser duro contigo
— Que no se te olvide que Andrew también es mi amigo y me mantengo saludable y descansada para cuando requiera cuidados extras, allí estaré yo para hacerlo, y si sigues cómo vas también tendremos que hospitalizarte a ti por tu necedad
— Yo estoy bien, me siento bien, no tienes porque preocuparte
No termina de hablar, lo veo palidecer y lleva sus manos a la cara, está mareado, el cansancio es evidente. Lo miro molesta y salgo de la sala dejándolo allí parado para irme a mi casa sola.
Ya en el estacionamiento entro al coche de mamá, me recuesto del volante y grito de frustración, no soporto el Theo mal criado y odioso. Paso el swiche encendiendo el auto, las luces alumbran a alguien delante de mi coche y es él, luce arrepentido, se pasa una mano por el cabello repetidas veces, pero no se mueve del lugar, así que tocó la corneta del coche haciéndolo saltar del susto. Se acerca a mi ventana y bajo la ventanilla para escuchar lo que tiene que decir
— Preciosa, perdóname — está doblado a la altura de la ventanilla mirándome como borreguito — estoy realmente agotado, no quise hablarte de esa manera, iré contigo a casa
— Sube — es lo único que voy a decirle hasta llegar a casa
Da la vuelta hasta la otra puerta, entra se coloca en cinturón y me mira esperando que diga algo. Salgo del hospital en silencio, no lo miro, no le hablo, pero se que el si me mira.
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Cuando Te Vuelva A Ver (En Curso)
Novela Juvenil¿Quién se ha enamorado de su mejor amiga o amigo? ¿Cuántos han temido que su amistad se arruine por confesar lo que sienten? ¿A quien se le ha cumplido el sueño de estar con esa personita de la que ha estado enamorada en secreto? A mí me pasó, es la...