🍂 Capítulo 17🍂

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Sentí que la sangre no fluía por mi cuerpo al escucharlo.

Theo ayúdame, no me quiero morir — le cuesta hablar, se queja de dolor — no quiero morir aquí solo, ayúdame hermano

— ¿Do… dónde estás? ¿Dónde estás, Andrew? — pregunto con desesperación, con miedo, no, miedo no, terror

— Mi casa, estoy en el sótano, ven por mi hermano — tose, llora y se queja de dolor 

— Ya voy hermano, espera por mí

No cuelgo la llamada, lo mantengo en línea escuchando su respiración y su llanto, salgo de mi habitación gritando el nombre de mi hermana, bajo las escaleras de tres en tres hasta la sala

— ¡THERESA! — mi voz retumba en toda la casa y la veo salir de la cocina con el celular en la mano

— ¿Qué te ocurre? — pregunta alarmada

— Llama una ambulancia y a la policía, envíalos a casa de Andrew, algo malo le ha sucedido, ¡Rápido!

Sin darle tiempo a contestar salgo hacia la cochera,  subo a mi jeep saliendo lo más rápido que puedo de allí, la casa de mi amigo está a unos veinte minutos de la mía. La sensación de mi estómago no desaparece, mis manos tiemblan al volante, llevo una a mi cara para limpiar las lágrimas que no sabía que estaba derramando. Si a mí amigo, mi hermano, llega a morir no me voy a perdonar nunca como lo traté.

Me salto una luz sin importarme las consecuencias, escucho sirenas a lo lejos y se que es la ayuda que pedio Tess. Aparco frente a su casa, todas las luces están encendidas, la puerta principal está a medio cerrar, al entrar a la sala hay un charco de sangre y pisadas que van hacia el sótano

— ¡ANDY, HERMANO! — está oscuro, bajo como puedo y al terminar las escaleras choco con algo y caigo arrodillado, lo toco y es él, está frío, no me habla

—¡AYUDAAAA! ¡ALGUIEN QUE NOS AYUDE! — mi voz se quiebra, no puedo contener mi llanto, nunca había experimentado tanto miedo

Las sirenas se oyen más cerca, como puedo me levanto con mi amigo en brazos y subo con cuidado las escaleras para no caer, al llegar al inicio escucho a los policías entrar

— Por aquí, traigan un paramédico rápido — dejó el cuerpo de mi amigo en el piso y comienzo a revisar su cuerpo, tiene múltiples heridas en el abdomen, su cara está golpeada, hay mucha sangre

Alguien me aparta de manera brusca de su cuerpo, no escucho lo que dicen, veo como revisan sus heridas, inyectan algo en su brazo y le hacen reanimación. Lo perdí, perdí a mi único hermano.

Se lo llevan en una camilla, sigo en shock, llevo mis manos a mi cabeza sin dejar de llorar, ¿Quien pudo haber hecho esto?

— Joven, joven — el policía está arrodillado frente a mí, lo miro y trato de zafarme para ir con mi hermano

— Tengo que ir con mi hermano, suelteme

— ¿Es el hermano de la víctima? — escucharlo decir esa palabra tan cruel me aprieta el pecho

— Es mi mejor amigo, es mi hermano — le digo tomándolo por los hombros — el salió con un chico, hay que encontrarlo

— ¿Cómo supo que la víctima se encontraba en el sótano? — el hombre me mira con desconfianza

— Acaso insinúa que yo… — lo miro molesto — lo llamé y me pidió ayuda, me dijo que no quería morir aquí solo, que viniera por él — alego furioso — un desquiciado atacó a mi amigo, lo dejó desangrando en su sótano y se marchó como si nada hubiese pasado, está suelto en algún lugar de esta ciudad y usted pierde el tiempo aquí dudando de mí

— Hijo es el procedimiento, debes calmarte, entendemos que estás en shock por lo que le ocurrió a tu amigo, el oficial solo hace su trabajo — otro hombre me habla a mis espaldas

— Encuentren al psicópata que le hizo esto a mi amigo — me levanto del suelo sin decir nada más y voy a la salida

Afuera hay un sin fin de personas tratando de saber que ocurrió en la casa de los Rusell, policías, sirenas, ambulancias, toda una escena de tragedia y terror. Antes de subir a mi auto, pregunto a qué hospital trasladaron a mi amigo y me indican que al Hope Hospital, el hospital de mi familia

— Alguien envió un ambulancia de ese hospital, tenían mejores equipos para atenderlo debido a la gravedad de sus heridas, así que ellos lo trasladaron escoltados por dos patrullas

— Gracias oficial

Voy de camino al hospital y mi celular no deja de sonar, atenderé al llegar, por ahora no necesitamos más accidentes. Al llegar, pegó mi frente al volante y respiro profundo, no estoy preparado para lo que me dirán, no estoy preparado para ésto. Mis manos tiemblan, las miro y en ellas está la sangre de mi hermano, golpeo fuerte el volante con frustración y rabia, grito hasta sentir que se me desgarra la garganta. Unos toques en el vidrio me sacan de mi trance y es Tatiana con la cara enrojecida de tanto llorar.

Bajo de mi auto y no digo nada, solo la abrazo y me permito llorar como nunca lo he hecho delante de ninguna persona, en estos momentos ni ella puede consolarme

— Su corazón se detuvo en la ambulancia — susurra con voz entrecortada y yo me dejó caer al suelo — tu padre no se rindió, Theo, lo trajo de vuelta — finaliza y yo la miro desde abajo esperanzado

— ¿Está vivo? — es lo único que puedo articular

— Está luchando, su diagnóstico es delicado, es un milagro que haya sobrevivido a ese brutal ataque. Tenemos que pedir a Dios que salga bien de la cirugía

Me levanto, tomo de la mano a Tatiana y corro hacia emergencia, al entrar mi madre es la primera en venir a mi

— Mi vida, tu padre está con él en estos momentos, su corazón se detuvo por un momento, Luke no se dió por vencido, su estado es delicado, no te voy a mentir — mi madre está hinchada de llorar también, me besa en la frente y me lleva hacia la sala de espera

Los padre de Andrew salieron a celebrar su aniversario de bodas a la casa de la playa, el no nos dijo nada y ellos contaban con que estaría con nosotros en casa. Estaban de camino hacia el hospital pero mi madre dijo que mejor fueran a la estación de policía a poner la denuncia para encontrar al atacante lo más pronto posible, ella los mantendría al tanto de todo.

El equipo de baloncesto de la preparatoria se hace presente en el hospital, el entrenador y varios compañeros de clases, los dejan estar porque mis padres sin los jefes, Andrew necesita de todo el apoyo que se le pueda brindar.

Cuándo requieren de más sangre para las transiciones que necesitan, todos colaboramos, hasta el entrenador, quien le teme a las jeringas. Son horas de espera, de temores y de suplicar al cielo un milagro. Después de horas de espera, papá sale de quirófano a darnos noticias.

— Chicos, primeramente quiero agradecer que estén aquí, su colaboración con los donativos de sangre y el cariño que demuestran con su compañía. Andrew se encuentra estable, en cuidados intensivos porque su diagnóstico es delicado, su corazón se detuvo por un instante, pero regresó, es un chico fuerte y persistente. — mis padres nos mira a todos y continua — es un verdadero milagro que aún esté con nosotros, no voy a mentir, no ví esperanzas en el momento en que su corazón se detuvo. Fueron cinco puñaladas en su abdomen y tres en el lumbar, el único órgano comprometido fue su riñón izquierdo. Oremos para que ocurra otro milagro y permanezca más tiempo con nosotros, no puedo dar falsas esperanzas chicos, ya queda en manos de Dios.

Mi padre me abraza y me vuelvo a quebrar, lloro son importarme quien me mira, su abrazo cada vez es más fuerte y no me permite caer, el también ha querido a Andrew como a un hijo desde que lo conoció, se que debajo de esta coraza hay un padre destrozado rogando por la recuperación de su hijo.

— ¡Lo atraparon, atraparon al mal nacido! — la noticia que nos da Peter me tranquiliza un poco, solo un poco.

Cuando Te Vuelva A Ver  (En Curso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora