𝐀𝐋𝐂𝐀𝐍𝐙𝐀𝐌𝐄
𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫┊Lena Hattori, una chica con un talento inigualable, es buscada por varias pandillas gracias a sus habilidades sin embargo, cada que intentan encontrarla, ella se escabulle, escapando sin siquiera ser vista. Lena s...
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𝐀𝐋𝐂𝐀𝐍𝐙𝐀𝐌𝐄
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Las clases del dieron finalizaron, me regresé a casa para cambiarme y salir a darme una vuelta en motocicleta, estaba la posibilidad de encontrar algo divertido.
Me mantuve un tiempo recorriendo las calles, hasta escabullirme por una que daba un campo abierto, en esas zonas normalmente se llevaban a cabo peleas clandestinas, frecuentemente, perfecto para buscar diversión y más si eran de los tipos como Kiyomasa, estacioné la moto y miré hacía abajo, bingo, ahí justo estaba el grupo del ya mencionado. Sin más me aproximé.
— Oh Kiyomasa, nos volvemos a ver. — Metí mis manos a los bolsillos.
— Te esperaba, Lena, sabía que vendrías por aquí. — Tenía una sonrisa confiada, al igual que me fijé que tenía un parche en el ojo derecho.
— Linda marca te dejé. — Me burlé, consiguiendo con que se molestara.
— Esta vez he traído a más. — Pronto atrás de él se acercaron más personas, me dediqué a contar lentamente.
— ¿30? — Pregunté, dejando mis labios rectos. — Uhm.
— Siendo 30 te derribaremos, no tendrás oportunidad. — Dijo Kiyomasa.
— Bien, siendo así pueden venir cuando quieran. — Saqué mis manos de los bolsillos e hice un pequeño calentamiento.
No iba a presumir ahora sin embargo, me conformaba por saber yo misma que iba a ganar sin importar qué.
¿30 hombres? Era todo un chiste, una vez más estaba sentada sobre Kiyomasa, torturándolo lentamente, sin importar desfigurar su rostro, los 30 acompañantes de él estaban sangrando e inconscientes esparcidos en el suelo, apenas Kiyomasa se mantenía consciente.
— Todos ustedes son una perdida de tiempo. — Murmuré seriamente, la sangre que le sacaba a este, saltaba en mis mejillas. — Ni aunque me ataquen 50 hombres me van a derribar, deberías saberlo, inútil.
Un golpe, dos golpes, tres golpes, Kiyomasa escupía sangre mientras intentaba suplicar a que me detuviera más no lo hice.
— Esto es por todas las personas a quienes has humillado. — Conocía a este sujeto e incluso conocía a todas las personas a quienes usó, no valía nada.
— M-Maldita... — Volvió a escupir.
— Así que... Tu eres la responsable de todo esto. — Una tercera voz se unió.
Lentamente elevé la mirada, encontrándome con los chicos de la ToMan, Mitsuya, los gemelos, Mikey y Draken, ¿En qué momento llegaron? Ni siquiera sabía como no había escuchado el tronar de sus motos, aunque si sabía que este momento llegaría tarde o temprano.
— C-Comandante... — Soltó las palabras Kiyomasa.
Un golpe más le propiné, dejándolo inconsciente, sin más me levanté, alejandome del tipo, lista para enfrentar a los recientes llegados.
— Oh chicos de la ToMan, no me esperé encontrarlos. — Ladeé levemente la mirada. — Sin embargo, no estoy para amigar, ¿Quién será el primero en morir?
Mis palabras provocó que sus expresiones fuesen serias, incluso la sonrisa de Smiley había desaparecido.
— ¿Tu derrotaste a todos? — Preguntó Mikey.
— Si, ¿Algún problema? — Pregunté de vuelta.
— Oe háblale con más respeto. — Intervino Draken.
— Te estábamos buscando. — Volvió hablar Mikey. — Quiero que te unas a la ToMan.
Me quedé callada ante sus palabras, había sido directo, ¿yo en la ToMan? Parecía un chiste pero sus caras decían que hablaban en serio.
— No estoy interesada. — Rechacé. — Si no lo saben, yo renuncié a mi pandilla porque realmente no tengo interés en formar parte de una.
— Estamos al tanto de eso. — Intervino Mitsuya.
— Entonces no viene al caso que me pidas eso, Mikey. — Dirigí la mirada al mencionado.
— Lo supuse por eso, seamos amigos, ¿Qué opinas? — Preguntó, mostrando esta vez una pequeña sonrisa.
— ¿No estás enojado por qué le pateé el trasero a Kiyomasa? — Pregunté confundida.
— Él y sus compañeros no forman parte de la ToMan. — Aclaró Mikey.
¿Ese bastardo me había mentido? Chasqueé la lengua, para luego mirar a cada uno de los presentes.
— Bien, acepto ser su amiga pero con una condición. — Pausé levemente llamando su atención. — Que respeten mi espacio.
— Esta bien. — Aceptó rápido Mikey.
— Bien. — Asentí, viendo como ahora cada uno sonreía a excepción de uno. — Volveré a presentarme. Mi nombre es Lena Hattori, más conocida como Akane. Pueden ocupar mi apodo durante combates sin embargo, cuando esté en la escuela o con un cercano mío, prefiero ser llamada Lena.
Todos asintieron.
— ¡Hey! Akane-chan. — Habló Smiley. — ¿Gustas tener un combate amistoso?