𝐀𝐋𝐂𝐀𝐍𝐙𝐀𝐌𝐄 ┊ Nahoya Kawata. ☑

003

𝐀𝐋𝐂𝐀𝐍𝐙𝐀𝐌𝐄

La campana sonó, dando comienzo al receso, me quedé en el salón conversando con Lisa sobre hacer equipo en educación física y claro, realizar jugadas sincronizadas para ganar.

— Yo digo que tu le des las canastas de 3 puntos, con eso tenemos todo ganado. — Murmuró Lisa.

— Podrías encargarte de las canastas de dos puntos, los clavados podemos ser ambas, la idea es estar sincronizadas para obtener la mayor puntuación posible. — Mencioné.

— No olvides al resto del equipo, ellos también puede hacer algo. — Agregó Lisa.

— Claro. — Le sonreí.

— Oi Lena, te buscan. — Llamó un compañero de clase.

— ¿A mi? ¿Qué será? — Me pareció extraño aquello, Lisa solo alzó los hombros.

Levantándome fui hasta la puerta, saliendo y encontrándome con el chico que había chocado esta mañana, esto me sorprendió, ¿Cómo había sabido en qué clase estaba? Hice todo lo posible por controlar mis nervios para no levantar sospechas.

— He... ¿Qué se te ofrece? — Pregunté curiosa, este llevaba una leve sonrisa en sus labios.

— Solo quería devolver esto, es tuyo. — Extendió mi billetera.

Ahora entendía todo, ahí estaba mi identificación, era fácil buscar a una persona con el nombre, tomé rápido lo mío, haciendo una pequeña reverencia.

— Muchas gracias, sin esto hubiese quedado sin almuerzo. — solté una risita nerviosa.

— No es nada, ¿Cómo puedo llamarte? — Preguntó.

— Oh eso... — Dejé de reír para dedicarle una pequeña sonrisa. — Llámame Lena, es un placer, ha y perdona por lo de esta mañana, fui torpe.

— Por lo menos logré amortiguar la caída. — Amplió la sonrisa. — Soy Nahoya Kawata pero me dicen Smiley.

— Muchas gracias de verdad. — Hice otra pequeña reverencia.

— No es nada, nos veremos pronto. — Se despidió, yéndose por el pasillo.

Me adentré otra vez al salón, sentándome en mi lugar, Lisa casi planta el grito en el cielo.

— ¿Cómo qué un chico de segundo ha venido a verte? — Sus ojos brillaban.

— No te hagas ilusiones. — Suspiré, haciendo una mueca. — Choqué con él esta mañana y ha venido a devolver mi billetera.

— Amor a primera vista. — Fantaseó ella.

Suspiré de nuevo dejándola ser mientras guardaba mi billetera en la mochila, ahora que lo pensaba, ¿ese chico estaba en segundo año?

｡｡｡

— Bien chicos, chicas, formaran grupos de cinco personas, que sean mezclados, chico y chica. — Explicó el maestro.

¿Seguiría siendo mi día de mala suerte? Desde que llegamos al gimnasio, noté la presencia de Smiley y su gemelo, ellos estaban en una esquina haciendo ejercicios de no se qué, tampoco me interesaba, quería irme pronto, sentir la mirada de ellos me incomodaba.

— Oi Lena, Yuu estará de nuestro lado. — Señaló a nuestro compañero.

Me encogí de hombros, aceptando aquello. Cuando los equipos se formaron, fueron pasando de dos equipos, por suerte el nuestro tenía el último turno, así nos daba tiempo de prepararnos. Los minutos fueron pasando, parecían eternos, ya me estaba durmiendo cuando llamaron a nuestro equipo, junto con otro.

— Bien que comience el juego. — Me posicioné.

｡｡｡

Llevábamos bastante tiempo jugando, el marcador iba 50-56, teníamos la ventaja, aún así no podíamos distraernos.

— ¡Lena!

Yuu me dio el balón, estaba agotada, el sudor bajaba por mi sien hasta caer al suelo, separé mis labios tomando bocanadas de aire, me tenían marcadas, pronto apresuré el rebote del balón, cuando estuve lista, rebasé al que me marcaba, así mismo hice con los demás por delante, hasta llegar a la linea de tres puntos, salté y tiré, el balón pasó lentamente por encima de otros llegando a entrar a la canasta, 50-59, con ello sonó el silbato, dándonos la victoria.

— ¡Ganamos! — Alzó la voz Lisa.

— Es bastante buena. — Los gemelos presenciaban el juego a la distancia.

— ¿Verdad? Es la chica perfecta. — Sonrió Smiley.

— Seguro tiene novio. — Hizo una mueca Angry.

En eso, ambos vieron como Yuu me abrazó, celebrando también la victoria.

— Oh no...

— Te dije que no te ilusionaras. — Regañó Angry al ver a su gemelo desanimarse. — Anda terminemos con los ejercicios para no reprobar.

Salimos del gimnasio, yendo hacía las duchas, el maestro lo había aprobado, cuando estuve lista, salí ya vestida con Lisa de vuelta al salón mientras conversábamos sobre lo divertido que había sido el juego.