Hoja quemada

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A pesar de todas las cosas que había y hecho en su vida, Naruto no haría una sola de ellas de alguna forma diferente a como las hizo, y las haría de nuevo sin pensarlo. Por lo que comprensiblemente, no se iba a arrepentir de mucho.

Danzo Shimura era probablemente igual, a pesar de todo el daño que había hecho, lo haría de nuevo solo para asegurarse del bienestar de la aldea.

Por lo que el rubio sabía, incluso Minato no era tan tonto como para fiarse de alguien como él.

Una vez le quebró el cuello, el rubio simplemente dio medía vuelta y se fue de allí caminando. Luego el cadáver del Shimura desapareció.

Girando la cabeza, miro al hombre anciano de pie, con el cuello normal.

Entrecerró los ojos al ver su brazo blanco, rugoso y cubierto de ojos rojos que reconocía demasiado bien.

Mientras pensaba en eso, Danzo hizo un sello de mano, empezando a moldear su Chakra Fūton para un Jutsu devastador.

Naruto cerro un ojo, antes de que los Tenketsu alrededor de sus cuencas empezaren a aumentar su producción de Chakra hasta soltar un haz de energía roja, directo contra el cráneo de Danzo, en un solo segundo, derritiendo todo su rostro y atravesando su cráneo, viendo el cuerpo caer, empezó a contar los segundos.

Luego se giro hacía atrás antes de que el cuerpo de Danzo desapareciera nuevamente, y se encontrase apuntó de apuñalarlo con un Kunai infundido con chakra de viento, le agarro del cuello y le miro, curioso más que nada.

Dos de los ojos en su brazo estaban blancos, probablemente con la vista perdida.

Sacrificando un ojo es capaz de revivir de alguna manera. Fue el pensamiento más obvió que pudo caber en la situación. Esto... va a ser divertido.

Puso una mano sobre el hombro del Shimura, antes de que la mano que le sujetaba del cuello jalase hacía arriba, arrancándole la cabeza como si se tratase de suave arcilla.

La siguiente vez que aparece, Naruto estaba enfrente suyo, lo sujeto de la cabeza y empezó a sacudirle el cráneo a tal velocidad que liquido rojizo empezó a salir de sus fosas nasales y oídos, probablemente su cerebro.

10 ojos. 2 en blanco, le quedaban 8.

Eso era lo que tenía Danzo para sobrevivir, o mejor dicho, para alargar lo inevitable.

En el momento que usaba el Izanagi, el hijo de Minato ya estaba sobre él de manera que le matase de una forma que no solo era instantanea, sino muy, muy dolorosa.

Arrancarle la mitad del cráneo de una mordida, partirlo a la mitad usando una espada recubierta de Chakra de fuego, cada muerte siendo cada vez más una burla al Shinobi de las Sombras, no dejándole espació de hacer nada en lo absoluto, incluso aunque pudiera, no había diferencia, no haría nada en lo absoluto para evitar que lo matase.

Y entonces, el rubio simplemente se aburrió, en muy poco tiempo.

Habían quedado dos ojos en su brazo, y 1 contando el Sharingan en su lado derecho, pero antes de que siquiera pudiese pensar en usar el ojo de Shisui, el rubio le sujeto de la cuenca, y lo arranco de cuajo, prácticamente sacándole el ojo junto a la carne y hueso.

Danzo no tuvo tiempo de gritar.

Oikazūchi.

—Oikazūchi

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