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Capitulo 4
Hogar
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El cuerpo le dolía.
Eso era todo lo que podía saber.
Dejo una mancha enorme de sangre cuando se recargo contra la pared, la autofagia era capaz de mantener su cuerpo en el limite, su corazón también, bombeaba casi tanta sangre como la que perdía, y por ello estaba apunto de explotar.
Un grito le despertó, con una voz que conocía y al mismo tiempo no podía recordar.
Cada musculo de su cuerpo grito de dolor al sentir como era levantado, sus oídos temblaban al escuchar los gritos, alguien estaba llamando a otros mientras le jalaba a algún lugar.
Más manos se pusieron sobre su cuerpo, fue acostado en algo, su espalda trono levemente cuando eso paso, los gritos continuaron.
No tenía fuerzas ni para abrir los ojos—Uto...Ruto... ¡Naruto!
Esa voz... ahh, cierto, es Abi—¿Qué... ¡bugh!... me cuentas?— pregunto el rubio con la garganta llena de sangre, sintiendo como algo cálido lentamente cubría su pecho, sanando sus heridas minimas.
—Por Dios... e-es demasiada sangre, ¿Qué es lo que te paso?— vaya, ella sonaba bastante desesperada y asustada, su estado no debía ser muy bueno.
Sus ojos se entreabrieron, la luz lastimando su retina, y trato de alzar la mano, alzando su pulgar—Ga...ne.
Pudo escuchar el jadeo de sorpresa de varios, y escuchar la exclamación de Akimitsu—¡Carajo, Naruto, tu mano!
Cuando sus ojos se acostumbraron a la luz lo primero que miro fue el techo de la casa donde se habían alojado, y lo próximo que miro fue su mano alzada, con el pulgar tratando de apuntar hacía arriba.
Más allá de que sus dedos estaban algo rotos, no noto nada interesante hasta que llego a ver completamente bien.
Su mano derecha, la única que le quedaba, parecía abierta a la mitad, entre el dedo índice y el anular empezaba a partir la carne y el hueso a la mitad, llegando a pasar por casi todo su antebrazo, pasando justamente entre las venas.
Allí supo que su condición era peor de lo que creía.
Las manos de Abi estaban sobre su pecho abierto, lentamente, la piel volvía a cubrir los huesos y las costillas se empezaban a introducir en la carne.

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Olvidado
عشوائيUn simple niño que nunca tuvo nada de especial, eso era él, sin el poder de un zorro de nueve colas, ni el talento nato para ser un ninja de leyenda como sus hermanos. Eso era algo que siempre supo, y eso era algo que nunca le había importado. No ha...