Naruto bostezo con fuerzas mientras estiraba su cuerpo, los huesos crujían de manera sonora mientras se recostaba sobre la superficie en la que estaba.
—Día doscientos setenta y tres. Aun no se como salir de este puto lugar.
El rubio de repente saco de su chaqueta un libro y una pluma cuya punta goteaba un tinte negro, empezando a escribir en ella mientras hablaba en voz alta—Estoy seguro que si no hablo con alguien voy a volverme loco, incluso hablar conmigo mismo me esta enloqueciendo.
Al terminar de hablar, se escucho un fuerte sonido de relincho venir de abajo suyo, como el bufido de un caballo molesto.
—¡Hey, sabes de lo que hablo! Hablar con animales fue genial al principio pero ya estoy olvidando como pronunciar palabras— declaro mientras miraba a la criatura en la que estaba montado.
Era un caballo, o al menos parecía uno, ya que su tamaño era tan colosal como para eclipsar las montañas a lo lejos –de al menos 100 metros– poseía una hermosa melena blanca como la nieve y una piel oscura con franjas rojas, sus ojos igualmente eran rojos y mostraban un atisbo de enojo mientras miraba al rubio sentado sobre su espalda.
Con solo uno de sus pasos surcaba cientos de metros, caminaba tan tranquilo como un animal domestico, y las demás criaturas que le veían retrocedían al verlo.
—Vamos Alcides, no te pongas así, solo extraño un poco hablar con alguien de mi propia especie— le dijo Naruto al enorme caballo.
Una de las especies más raras en ese mundo, se podría decir que eran incluso leyendas.
Los Caballos Fantasma, una especie conocida por su poderosa capacidad regenerativa y su inmortalidad biológica, además de ello, eran conocidos por su poder al punto de ser temidos por las demás especies
Naruto actualmente, estaba sentado sobre la espalda de uno de ellos, más en concreto estaba sentado sobre la espalda del hijo del Rey de dicha especie.
Oh si, estaba sentado sobre el hijo del rey de los caballos fantasma, Heracles.
Ahh, y también era su hijo.
Era una historia curiosa de hecho.
En el mundo gourmet habían 8 continentes, cada uno de ellos llenos de criaturas de lo más diversas y peligrosas.
En dichos continentes habían especies dominantes, y cada una de esas tenían a especímenes que se paraban en la cima de la cadena alimenticia.
Los "Depredadores Supremos"
Los 8 Reyes.
Cada uno de ellos guardaba un "ingrediente" que era tan valioso como sus vidas, alimentos que podían concederle un gran poder a cualquiera que lo comiera. Eran los "tesoros" del universo mismo.
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Olvidado
RandomUn simple niño que nunca tuvo nada de especial, eso era él, sin el poder de un zorro de nueve colas, ni el talento nato para ser un ninja de leyenda como sus hermanos. Eso era algo que siempre supo, y eso era algo que nunca le había importado. No ha...