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•Chifuyu•
Mechones rubios atados al look característico que usaría en su casa, Chifuyu estaba frente a ti, con una sonrisa siempre tan brillante en sus labios. A pesar de haberse despegado de la comodidad del sofá, mostraba cualquier cosa menos cansancio en sus ojos. Tú novio siempre estuvo tan lleno de energía.
"No, estoy bastante seguro de que se ve mejor porque eres tú quien lo usa. Estoy seguro de que si me pusiera tu ropa no me vería ni la mitad de bien"
Un tono sarcástico ante su queja, su voz arrastraba las últimas palabras, logrando su objetivo de hacerte reír ante su ridiculez. Siempre fue su principal objetivo, su principal meta: hacerte reír, por muy estúpido que deba parecer para hacerlo. Simplemente le trajo tanta alegría que no pudo evitar intentar sacar otra sonrisa tuya que tanto adoraba
"Eres un payaso, ya sabes ... Siempre puedo prestarte algo de mi ropa para que te pruebes, solo para demostrar que eres el único aquí que puede hacer casi cualquier cosa"
Mientras hablabas, tu mano se extendió para agarrar su propia camiseta que estaba usando actualmente, casi como si se estuviera estabilizando mientras reía.
Chifuyu notó esto, aunque en lugar de permanecer en su posición de pie, dio un paso hacia adelante, hacia ti, y estaba claro que había pensado que querías decir algo más con tu agarre ligero.
Desde su lugar anterior al lado de tu torso, sus brazos se levantaron ligeramente, envolviéndolos alrededor de su cintura. A pesar de no haber esperado que él te abrazara, eras más que bienvenido para hacerlo, levantaste tus brazos alrededor de su cuello mientras él te empujaba contra su cuerpo.
"No quisiera arruinar tu ropa perfecta y decente-"
Mientras lo sostenías, notas que su voz comenzaba a apagarse lentamente mientras hablaba y solo podía preguntarte qué había sucedido. Bastante extraño de su parte, levantaste la cabeza de su cuello y te volviste para poder mirarlo
"¿Chifuyu?"
Cómo si el sonido de su nombre lo sacara de su peculiar reacción, sentiste sus manos soltarse detrás de tu espalda, alejándose rápidamente y dejándote algo preocupada, como consecuencia.
"¿Está todo bien?"
Ahora capaz de ver bien su rostro, notó un ligero tinte de rojo, rozando sus mejillas de una manera que solo había visto cuando estaba avergonzado o incluso nervioso.
