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•Mikey•
Mikey siempre había sido de los que percibían cuando algo andaba mal, por lo que no sería sorprendente que apareciera en la puerta de tu casa con una bolsa de tus dulces favoritos en medio de la noche después de un largo día de trabajo.
"¿Eh? Mikey, ¿qué estás haciendo aquí?" Miraste boquiabierta a tu lindo novio mientras él se invitaba casualmente a tu sala de estar, con las manos llenas de bolsas de lo que parecía ser tu helado de sabor favorito con una suave sonrisa grabada en sus labios.
"¿Hm? ¡Mis sentidos Mikey me dijeron que necesitas un abrazo ahora mismo, así que aquí estoy!" sonrió, extendiendo los brazos para esperar a que corrieras a sus brazos. Y así lo hiciste, corriste directamente a sus brazos y te escondiste en la curva de su cuello, su aroma a vainilla instantáneamente te recordó que finalmente estás en casa y que todo va a estar bien.
Mikey no dice nada cuando siente que la tela de su suéter se humedece cada segundo, solo frota círculos suaves detrás de tu espalda mientras dejas caer tus lágrimas. "Lo sé bebé, lo sé. Lo hiciste muy bien hoy". susurra en voz baja, abrazándote con más fuerza antes de darte una afirmación más por el día.
"Estoy tan orgulloso de ti _________".
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•Mitsuya•
Puede que Mitsuya no sea tan intuitivo como Mikey, pero cuando se trata de leer las emociones de las personas y básicamente, a ti, puede decir fácilmente cuando algo no está bien.
Tuviste una buena cantidad de días largos y agotadores, pero hoy fue diferente al caos habitual. Era agotador mentalmente y te sentías cansada de todo. Así que cuando te arrastraste pesadamente a tu apartamento compartido con Mitsuya, no pudiste evitar llorar al ver a Mitsuya revolviendo una olla de curry japonés en su delantal morado de cocina.
