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•Mikey•
Estabas leyendo un manga en la comodidad de su cama, esperando a que Mikey entrara después de su ducha, pero cuando te acercaste a tu teléfono en la mesita de noche, una araña estaba allí.
Gritaste, soltando el manga y arrastrándote hacia el lado de la cama de tu novio, incluso cayéndote sin darte cuenta de que habías ido demasiado lejos. Mientras te sentabas de rodillas, mirabas fijamente al insecto desde lejos.
Mikey que escuchó el chillido, salió del baño con una toalla alrededor de la cintura que la agarró con vida, el pelo lleno de espuma y derramado agua. Su aura ya gritaba protección.
"¡¿Qué?! ¡¿Qué paso?! ¿Por qué estás en el suelo?.
Tú señalas por encima de la cama. "Una araña... Ve a matarla"
"¿Huh?"
"¡Mátala!"
Resopló, pero aún así fue a hacer la tarea como se le pidió, literalmente sin darle ninguna oportunidad porque ya lo había golpeado con su sandalia, sin remordimientos.
"¿Estás contenta ahora?".
Asintiste rápidamente, volviste a la cama y él se tocó la mejilla, indicando un beso. Tú obedeces a su deseo y luego comienza a reírse disimuladamente.
"Todo por una pequeña araña".
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•Draken•
Cuando estabas a punto de tomar una ducha, ya deambulando con una toalla y ropa en las manos, ahí estaba. La pequeña criatura que te hizo correr hacia Draken, que estaba mirando la televisión sin pensar.
Te paraste frente a la televisión, lo que hizo que él arqueara una ceja hacia ti, mirando hacia la tela que cubría tu cuerpo.
"¿Por qué no te duchaste todavía?"
"Hay una araña".
"Entonces mátala".
Haces un puchero, alcanzando sus manos para tirar de él y empezar a guiarlo hacia el baño. Él ya entendió exactamente lo que querías que hiciera "¿Puedes matarla por mí?".
Con una risa en voz baja, se inclina para presionar un beso en tu frente, "Bien, solo porque eres cómo un pequeño bebé llorón".
Él no tiene miedo, solo quiere escucharte pedírselo.
Con eso, literalmente solo usó un periódico de esta mañana y lo enrolló, golpeándola con facilidad hasta su muerte y se burló de ti durante la noche sobre la araña.
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•Mitsuya•
Estabas a punto de salir con Mitsuya para una cita, tratando de vestirte bien y lucir bien. Pero parece que una araña también quería verte, se subió a tu espejo y gritaste al verla.
Mitsuya entró apresuradamente, con expresión preocupada ya que lo habías alarmado con tu grito. "¿Qué pasa, cariño?"
Alejas tu asiento de tu tocador y señalas el espejo, "Una araña, ¿Puedes... Puedes matarla por mí, por favor?"
Se ríe para sí mismo, sacudiendo la cabeza para rechazar tu solicitud, lo que te hizo caer en la cara, pero fácilmente fue a uno de los cajones llenos de cuadernos de dibujo y arrancó una hoja en blanco. Mientras lo veías regresar al tocador, tomó la araña y la condujo hasta la ventana.
Arrojándola afuera.
Exhalas aliviada, pronto sonriendo cuando sientes sus labios presionando contra tu mejilla. "Listo, ahora se ha ido".
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•Chifuyu•
"¿Puedes matar una araña por mí? Está en la cocina".
Miras al piso con vergüenza, algo avergonzada de que aún no pudiste deshacerte de una pequeña araña, pero estabas feliz por ver a tu novio sonriendo a tu pedido.
"Sí, por supuesto. En la cocina, ¿verdad?"
Asientes con la cabeza, guiándolo hacia la araña, pero él no pensó, era tan grande ni... Aterrador. Gritó ante la vista, retrocediendo unos pasos y luego se giró hacia ti con una sonrisa nerviosa.
"Es... ¿Esa es?"
"Mhm, ¿Necesitas el spray?"
"¿Spray? No no no. Tal vez necesito un soplete"
Ahí fue cuando te diste cuenta, que ni siquiera tu novio podría matar a la araña por ti. Haces puchero, abrazándolo por detrás y mirando a la araña.
"Cariño, tienes que deshacerte de ella".
Traga saliva, "Bien, hagamos piedra, papeles, tijeras. El que pierde la mata, después de todo, tú la encontraste" al decir eso, pones los ojos en blanco, pero aceptás su trato.
Después de perder tres veces seguidas, finalmente tuvo que matar a la araña. Fingir confianza y valentía con algunos chillidos cortos que se le escaparon mientras se acercaba para rociarla hasta que ya esté muerta.
