Cap 6

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Roger llevo a la habitación de invitados a Donna, ahora arreglada para los invitados, y el ahora dormía en la habitación principal.

Roger: Bien... Aquí es.

Donna sonrió y asintió.

Donna: Bien...

Roger tosió levemente para limpiar su garganta y hablo de nuevo.

Roger: Iré por una camisa para ti... La habitación tiene un baño, un balcón y un armario dónde hay pastillas por cualquier cosa... Y si necesitas algo no dudes en ir a aquella habitación de allá.

Roger señaló su habitación, en medio del pasillo.

Donna: ¿Es tu habitación?

Roger asintió y Donna asintió varias veces comprendiendo.

Roger: Ya regreso...

Roger camino hacia su habitación, segundos después volvió con una camisa de mangas cortas y se la entrego a la menor.

Roger: Ahí esta...

Donna la recibió en sus manos y la miro por encima.

Donna: Gracias...

Roger sonrió.

Donna: Trataré de no molestarte en la noche.

Roger: Tu no eres molestia.

Donna río levemente nerviosa.

Roger: Bien, creo que eso es todo.

Donna asintió y hablo.

Donna: Buena noche Rog...

Roger: ¿No te vas a despedir bien?

Donna se sonrojo cosa que le pareció muy tierna a Roger, Roger se acercó lo suficiente a Donna, agarró sus mejillas con ambas manos y las acarició levemente.

Donna cerró los ojos ante aquel tacto, le gustaba, Roger acercó sus labios a los de la menor y los rozo con suavidad.

Abriendo más las ganas de ambos a unirse a un beso.

Donna puso sus manos en la nuca del mayor, atrayendo al mayor a ella, uniéndose en un suave beso en el que ambos eran dominantes, un beso dulce y lleno de sentimientos.

Que ninguno de los dos pudo entender.

Después de unos segundos se separaron.

Roger sonrió levemente y con su dedo pulgar acarició los suaves labios de la menor para dejar un casto beso en la comisura de estos.

Roger: Buena noche Donnita.

Donna sonrió, Roger se separó y camino hacia su habitación, se detuvo rápidamente, Donna lo miro confundida, este se acercó de nuevo a Donna rápidamente y la besó de nuevo, un beso un poco más corto.

Roger: Ahora sí, buenas noches.

Donna negó divertida y Roger camino hacia su habitación con una estúpida sonrisa en su rostro.

Donna se metió a la habitación de los invitados y cerró la puerta.

Una sonrisa apareció en los labios de la menor y dio un leve saltito por la emoción.

Roger y ella se besaron 4 veces esa noche.

Donna se cambio de ropa, quedando solo con su ropa interior y la camisa de Roger puesta.

El olor del baterista se metió a sus fosas nasales, haciéndola suspirar.

Donna apago la luz de la habitación y se acostó en la comoda cama de matrimonio de dos plazas.

I'm in love with my carDonde viven las historias. Descúbrelo ahora