Cap 8

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Donna llego corriendo hacia la mesa, se sentó y acomodó su chaqueta, que por correr se arrugó un poco.

Freddie: ¿Todo bien?

Donna asintió y miro la mesa al instante, sintiendo la pesada mirada de Roger en ella.

Freddie: Si bueno, voy a contar chismes, ¿Quieres oír?.

Donna: Está bien.

Freddie empezó a contar el chisme mientras Donna se concentraba en la mesa

Roger pensó que incómodo a la menor y le pediría disculpas cuando estuviesen solos.

Después de unos minutos Freddie dejó a Roger y a Donna en la casa de Taylor.

Entraron a la casa y Freddie se fue.

Roger: Donna yo, quería pedirte disculpas.

Donna: ¿Por que?.

Roger: Por que, digo lo que pasó en el baño, no quise incomodarte.

Donna sonrió.

Donna: No pasa nada, no te preocupes.

Roger: ¿Segura?.

Donna asintió.

Donna: Segura, te lo juro, si te soy sincera... Me gusto.

Roger río levemente asíntiendo.

Roger: ¿Lo podré volver a repetir?.

Donna: Tal vez, pero no en un restaurante.

Roger río una vez más.

Roger: No prometo nada.

Donna sonrió.

Donna: Es momento de que vaya a mi casa...

Roger: Te iré a dejar.

Donna: Puedo tomar un taxi, a estas horas siempre hay compañeros de universidad saliendo de sus apartamentos y no quiero meterte en problemas.

Roger: No me importa.

Donna: Puedo ir en taxi Rog, no te preocupes.

Roger: Por favor, quiero irte a dejar.

Donna: Noup.

Roger hizo un leve puchero haciendo que Donna casi estallara de ternura.

Donna: ¡No hagas esa cara Taylor!.

Roger volvió a hacer esa cara y la menor aguanto decir "Aww".

Donna: ¡Carajo! Está bien.

Roger sonrió victorioso y agarró una llave de los tantos autos que tenía.

Roger: Vamos.

Donna asíntio, fue por sus cosas y vio la camisa que Roger le había prestado, dudo unos segundos pero al final se la llevó guardada en su bolso.

Donna bajo y Roger sonrió, salieron de la casa y caminaron hacia donde se encontraban los autos, un hermoso Mercedes Benz blanco se hizo presente.

Donna sonrió viendo el auto y hablo.

Donna: Es hermoso...

Roger la miro y hablo.

Roger: ¿Quieres conducirlo?

Donna: No... Osea si pero me daría pena, además es tu auto..

Roger: No importa, conducelo, ¿Sabes conducir no?

La menor asíntio torpemente.

Roger agarró la mano de Donna y puso las llaves allí, para después cerrarla y besarla.

I'm in love with my carDonde viven las historias. Descúbrelo ahora