This Song Is For You

Cool

-"And after all the obstacles, it's good to see you now with someone else, and it's such a miracle that you and me are still good friends, after all that we,ve been through, I know we're cool"- Gwen Stefani

Un sonido resonó por toda la casa, alertando al castaño de la puerta. Sabía de quien se trataba, con paso rápido, camino hasta la puerta de su casa, para abrirla y encontrarse con un chico ahora peligris. A su lado se encontraba un chico pelirrojo, muy guapo, se veía imponente, facciones muy definidas, un buen porte. Ambos se veían como una pareja de celebridades.

— Minho! Hyunjin!- dijo felizmente, dándole un abrazo a cada uno, para después dejarlos pasar.

— Sungie — dijo el peligris, dándole un abrazo y girándolo en el aire, cuando lo bajo, lo despeino

— Sung! — le dijo Hyunjin, abrazándolo fuertemente, con una gran sonrisa en el rostro

— ¿Cómo has estado? ¿Cuando fue la última vez que nos vimos? ¿Hace seis meses, no? — preguntó Minho, caminando hacia la sala de estar.

— Me parece que si — asintió el mencionado, siguiendo junto con Hyunjin, al primer chico.— Pero he estado bien, tranquilo, sin novedades.

— ¿Como va a ser eso? — preguntó riendo Hyunjin — Tendré que hablar con Chan para que haga algo al respecto

— ¿Y Bang? — busco al australiano, antes de darle un sorbo a la taza de café que se encontraba en la mesa de la sala — Tiene meses que no lo veo, extraño a mi hermano.

— Me aviso que llegaría un poco atrasado, pero que llegaba — aseguró Minho.

Comenzaron a platicar, ponerse al corriente de lo que había sucedido estos últimos seis meses. Jisung se sentía verdaderamente feliz, Minho era una persona y parte de su vida muy importante, a pesar de todo lo que había sucedido con ellos.

Graciosamente ambos chicos se conocieron un verano en la isla Jeju.

Jisung había ido en plan familiar, mientras que Minho había ido con unos amigos suyos, curiosamente, Chan- el ahora esposo de Jisung- se encontraba en ese grupo.

El pelinegro aún recuerda cómo conoció al otro chico. Su familia había salido a cenar a un restaurante muy popular en Jeju, y estaba que se moría de aburrimiento, no le interesaba en lo más mínimo saber que nueva ropa se había comprado su tía, o a donde se habían ido de vacaciones sus primos, así que, con desgano, movía la comida que se encontraba en su plato, con una mano puesta en su mejilla, mientras se recargaba en esta.

Estuvo así unos diez minutos más hasta que ya no lo tolero. — Tengo que ir al baño — aviso y se retiró de la mesa con dirección al baño, sacando su celular del bolsillo, sin embargo, antes de llegar al baño cambio de idea y decidió ir a sentarse a la puerta del patio del restaurante.

Había unos escalones, que daban hacía el patio que se encontraba en la parte trasera del restaurante, realmente no había mucho atrás, uno que otro juego para niños, y una bonita fuente en medio de todo el patio, colgaban unas luces que le daban un buen toque al lugar, pero para Jisung, eso no podía importarle menos.

— Maldita sea, que aburrimiento — dijo para el, sin embargo, lo que no esperó fue escuchar una risa ante su comentario.

Volteo hacia el sonido de la risa, y se encontró con un muchacho recargado en la pared. Era un chico alto, cabello castaño, piel blanquecina, rasgos marcados, muy guapo. En sus labios tenía un cigarrillo, mientras una mano lo sostenía y la otra se encontraba dentro del bolsillo de su pantalón. Vestía con una camisa negra de botones manga corta, junto con unos pantalones de mezclilla y unos botines negros.