『 Wabi Sabi 』∴ #XiChengFest2021

『 Día 1 』∴ Postre

Jiang Cheng nunca fue de los que hacían o daban detalles a sus parejas, si le preguntaban a el Jiang  que pensaba acerca de las personas que hacían esa clase de cosas con sus parejas diría que son personas muy melosas y por ende tediosas, como bien dicen "no escupas al cielo que te caerá en el rostro", pues a el Jiang le pasó.

Ahora estaba teniendo una lucha interna consigo mismo sobre cómo podía hacerle un detalle a su novio, no era su cumpleaños, tampoco San Valentín pero, él quería darle algo luego de que el Lan le haya regalado un sin fin de cosas, que aunque él se negaba aceptar su novio siempre lo convencía de lo contrario, ¿Qué debía darle? Debía darle algo especial, algo único. Tal vez no se asemeje a los costosos regalos pero, sería de corazón.

El Jiang se asomó a la puerta de la cocina mientras su hermana mayor estaba horneando unas galletas para su novio, no había ningún evento especial simplemente a su hermana le gustaba darle ricas meriendas a su ajetreado novio, suspiró y tragó saliva sonoramente.

Su hermana no parecía tener problemas con lo que hacía, ella lo hacía tarareando una canción, se veía tan natural, en cambio... ¿Cómo se vería Jiang Cheng cocinando? ¿Se vería apuesto? ¿o se vería como un desastre ambulante?

— A-Cheng, — llamó su hermana al verlo,  sonrió con dulzura — ¿Quieres que te invite algunas galletas?

El menor se acercó a pasos lentos, su rostro empezaba a colorearse, y empezó a mover sus manos sin saber cómo expresar lo que quería.

— Yo... — Abría la boca y la cerraba, como si fuera un pez fuera del mar tratando de respirar, suspiró y negó con la cabeza. — No te preocupes, jie. Estoy bien.

— Vamos A-Cheng, puedes decírmelo a mi — le sonrió, Jiang Cheng sintió que volvía a ser ese niño de cinco años que le gustaba estar con su hermana porque representaba un lugar seguro, un lugar donde podía ser él. — ¿y bien?

— Yo... ¿podrías enseñarme a hacer algún tipo de postre para... Lan Huan? — preguntó agachando la vista, se sintió tan avergonzado, aunque debía estar agradecido que ni Wei WuXian ni sus padres veían este lado suyo, no podría con la vergüenza de eso.

— claro que sí, A-Cheng. — le sonrió. Limpió la mesa para poner nuevos ingredientes . — Dime, ¿De qué sabor te gustaría hacerle los postres?

— No lo sé, en realidad... A XiChen le gustan todos los sabores, menos arándanos... Es alérgico a ellos. — comentó, YanLi asintió y sacó más fruta de la refrigeradora, se veía apetecible y deliciosa, Cheng sonrió al ver la fruta.

Era un buen paso, ahora faltaba que cocine.

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Jiang Cheng infló sus mejillas, nada de lo que hacía le terminaba de agradar, el pastel con fresa y chocolate se le quemó, las galletas de vainilla le salieron demasiado dulces, y otro sin fin de dulces que o le salían muy dulce o se le quemaban, YanLi hizo de todo por ayudarlo, pero Jiang Cheng siempre decía; — Juro que puse la cantidad exacta que me dijiste, ¡Pero solo no puedo hacerlo!

Ahora estaba sentado a un lado bufando, viendo sus postres mal hechos con el ceño fruncido, ¿cómo es que nisiquiera esto puede hacerle a Lan XiChen? ¡Es un inútil en la cocina!

— Agh, suficiente. — musitó, golpeó la mesa y se levantó, cuando elevó la mirada se encontró con la del Lan que robaba su corazón, que dando estático en el momento.

— Hola, A-Cheng. — le sonrió amorosamente, luego su mirada bailó entre todos esos postres en la mesa. — A-Cheng...