Capítulo IX: No todo lo que pasa es malo.

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Vaya día depresivo–Digo llegando a mi casa con la chaqueta casi siendo arrastrada por el piso.

–Bienvenida señorita–Me dice el portero.

Llevo un día pesado así que solamente le respondo con una mirada positiva y sigo caminando.

–Por cierto Roberto– Giro y le digo con voz cansada. –Quien sea que venga, si no es para una gestión importante por favor dile que no hay nadie en casa.

–Como usted diga señorita.

   Sigo mi rumbo hacia la entrada de mi casa, estos son los momentos en los que odio el largo jardín de la entrada.

–Hogar dulce hogar suspiro abriendo la puerta.

   Me dirijo a mi habitación y no dudo ni un momento el hecho de acostarme.

Vaya mierda de todo.
  Ha pasado esa frase por mi cabeza aproximadamente quince veces.

Llamada entrante de Marcela.

Ay nooo– Bufo

  Recién acabo de llegar y Marcela ya me está llamando. Esta chica definitivamente huele mi tranquilidad.

Le cuelgo la llamada porque sinceramente solo quiero descansar. Acto seguido le envío un mensaje para que no se preocupe, se lo paranoica que se pone en estas fechas, también la pasó mal.

Mensaje de Mónica para Marcela:
Estoy bien.

Del uno al diez califico mis ganas de apagar mi teléfono con un veinte. Pero se que si mamá o papá me llaman y mi móvil les da apagado son capaces de venir de Alemia hasta acá corriendo.

Llamada entrante de Mamá

–Aaaaaa!. En serio mamá? Tan rápido?

El dolor de cabeza que tengo debido a lo mucho que lloré, el día que no se acaba y mi cansancio no ayuda a que esté de buen humor.

–Que pasa Mamá?– Digo con una voz que si tuviera personalidad sería una mujer tirada en el piso diciendo que quiere dormir.

Sí, asi de desanimada

Hola cariño!– Dice con voz de madre preocupada.

–Hola mamá, si estoy bien, también tomé mucha agua así que no estoy deshidratada y todo lo de la casa está en orden. Adioooos.– Intento cortar

–Sabes que no te llamé para eso.

–Estoy bieeen.

–No dudo que lo estés Mónica, pero te pedí que me llamaras en cuanto llegaras a casa.

–Lo siento Mamá, llegué y me acosté a descansar, no vi pasar el tiempo.

–Mónica no me mientas, Rafael me dijo que llegaste casi ahora mismo.

–Vale si, es cierto, recién llego. Me sentía un poco triste y pensé que si venía directo a casa, se me iba a caer el techo encima.

–Pero son las ocho de la noche y saliste de casa a las diez de la mañana. ¿Que estuviste haciendo tanto tiempo fuera?

–Pues fui a caminar mamá, quería tomar aire y estar sola.

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⏰ Última actualización: Nov 14, 2021 ⏰

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