3r día de convivencia

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I

Emma despertó más feliz que nunca. Regina le había concedido una segunda oportunidad y pensaba aprovecharla lo máximo posible. Bajó las escaleras para entrar en la cocina y dio los buenos días a los dos miembros de su nueva pequeña familia. Se alegró al ver que Regina cumplía su promesa implícita, tenían una especie de pacto no escrito en el que ambas iban a olvidar los dos primeros días de convivencia, como si no hubieran existido. Empezar de cero. Así era más fácil para Emma aprovechar su oportunidad.

"Buenos días, mamá" dijo Henry con la cara llena de sirope y la boca de tortitas.

"Henry, ¿qué te he dicho de hablar con la boca llena?" le riñó Regina.

"¿Y qué te he dicho yo de que no me importa lo que me digas?" replicó el chico.

Emma quedó petrificada ante esa frase y no pudo reaccionar, le hubiera gustado, pero no pudo. Hubiera querido reñirlo, castigarlo y decirle que así no se le habla a su madre. Que tiene que respetarla, pero sólo habría conseguido que Henry gritara de nuevo que Regina no era su madre. Eso hubiera sido peor.

"Tienes razón" admitió Regina dejando a Emma totalmente descolocada. "Todo tuyo" dijo mirando a la rubia y saliendo de la cocina.

La sheriff tardó unos segundos en volver a la Tierra y entró al salón detrás de la reina.

"¿Qué ha sido eso?" preguntó Emma completamente perdida.

"Para qué esforzarme, no me hará caso le diga lo que le diga" contestó Regina sentándose en el sofá.

"Pero tienes que intentarlo, es tu hijo"

Regina soltó una pequeña risa.

"¿Y él lo sabe?" preguntó con la ceja alzada.

"Regina..." suspiró Emma, cansada del comportamiento de los dos Mills.

"No pasa nada, Emma. De verdad, estoy bien" fingió una sonrisa e invitó a Emma a sentarse a su lado. "Dijiste que hoy íbamos a empezar a trabajar de verdad, ¿qué tenías pensado?"

La sheriff decidió dejar el tema Henry para más tarde y se sentó al lado de la alcaldesa. Sacó una pequeña libreta de su bolsillo y la abrió mostrándole a Regina una de las páginas.

"¿Has hecho una lista?" se burló divertida.

"Hoy tenemos muchas cosas que hacer" se justificó Emma. "Primero, tenemos que solucionar el tema Belle" explicó.

"Cierto, estuve pensando en ello..." empezó Regina, pero desvió la mirada de Emma. "Existe una forma de que Belle no colabore con Greg, pero... estoy algo contrariada, no creo que a Gold le haga gracia"

"Eso es irrelevante, la pregunta es si a Belle le parecería bien"

"Por proteger a la ciudad ella lo haría, claro que sí" afirmó Regina.

"Entonces hagámoslo, ¿qué es?" preguntó totalmente intrigada.

"Devolverle sus recuerdos de la maldición... convertirla en Lacey"

II


Por primera vez en tres días, Cora Mills salió de su habitación en el Granny's Bed & Breakfast, para dar una vuelta por la ciudad. Sin embargo, no se trataba de un paseo matutino. Llevaba 72 horas investigando el paradero de su corazón, llamando a la comisaría, a la biblioteca y hasta al ayuntamiento, evitando tener que contactar con su hija, pero su órgano no se encontraba por ningún lado. Esa mañana, decidió tomar una medida más adecuada, aunque menos ética.

Operación Swan-Mills [SwanQueen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora