𝙎𝙩𝙚𝙖𝙡 𝙢𝙮 𝙝𝙚𝙖𝙧𝙩 [Olivia Rodrigo]

Capítulo 8

"Día de san Valentín. Parte 3"

–¿Por donde saldríamos? Tu puerta está por el otro lado— señala la chica al ver cómo Rodrigo tomaba el camino contrario.

—Saldremos por la parte trasera, no muchos saben de esta puerta— contesta Olivia tomando la mano de Nat, así sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.

—¿No me vas a raptar como en México?— pregunta haciendo reír a Liv.

—Dios, no estaría queriendo cuidarte de mis intensas vecinas que seguro espían al frente de mi casa o algo así— comenta la chica deteniendo su paso para mirar a Hernández, aún sin soltar su mano.

—Que considerada Rodrigo— Liv la mira y sonrie un poco sonrojada.

Nat notó el sonrojo pero Olivia desvió su mirada y jalo de su brazo suavemente para llegar a la puerta un poco escondida.

—Aquí saldremos a la cochera— la cantante abre la puerta y entran a la cochera.

—Tu cochera es el triple de grande a mi habitación— Hernández hace una mueca haciendo reír a Liv.

—Dios, no me hagas reír— comenta Olivia con una sonrisa mientras camina.

—A veces se me olvida que eres famosa y que tienes una casa hermosa— comenta Nat mirando a Liv con una sonrisa—. Aún así, no me arrepiento de conocerte gracias a tu fama.

Olivia deja de acomodar unas cosas para mirar a la chica castaña, no podía negar que sintió tan bonito al escuchar aquello.

—Ahora ya no me arrepiento de tirar mi café sobre ti— ese comentario hizo reír a Nat.

—Dios, hiciste que mi suéter de Harry se hiciera horrible— dijo la chica e hizo un puchero.

—Lo siento de nuevo— Rodrigo se acerca y apretuja sus mejillas de manera tierna, ambas chicas se miran a los ojos.

Eso ocasionó que los nervios se apoderaran de Hernández y desviara su mirada de los ojos de Olivia.

—¿Este es tu auto?— pregunta desviando el tema haciendo que Rodrigo quitara sus manos sobre el rostro de la chica y mire el suelo un poco pensativa, no entendía porque se sentía así.

Mientras que Hernández decidió ignorar aquello y miró el bonito auto.

—Si, es mi auto— contesta haciendo que Nat le mire sorprendida.

—Dios, yo estoy a punto de cumplir 18 y no sé manejar— su comentario hizo reír a Rodrigo.

—¿No sabes?— pregunta haciendo que Nat niegue con su cabeza—. Entonces ya sé a donde podremos ir.

—Uh, ¿piensas enseñarme a manejar, señorita Rodrigo?— pregunta Nat viendo cómo la otra chica saca las llaves de su auto y lo abre.

—¿Qué te parecería eso?— Liv la mira haciendo que Hernández sonría.