𝙎𝙩𝙚𝙖𝙡 𝙢𝙮 𝙝𝙚𝙖𝙧𝙩 [Olivia Rodrigo]

Capítulo 19

"Valiente"

Al día siguiente.

Nat se levanta de su cama, hace sus necesidades y baja a desayunar, hoy tenía un mal humor y eso es debido a que Andrés, llegó y no es nada agradable tener cólicos.

—Buenos días— saluda la chica entrando a la cocina y su madre le sonríe.

—Buenos días— saluda su madre mientras continúa haciendo desayuno.

La chica se puso a acomodar unas cosas para ayudar a su madre mientras sentía cólicos.

—¿Cómo amaneciste?— pregunta su mamá y la chica hace una mueca.

—Mal, ya llegó la querida regla— le cuenta y suelta un bufido, no le gustaba sentirse mal.

—¿Te hago un té? Después de que desayunes te lo tomas— la mujer le mira y su hija asiente.

Natalia sabía que no todos los padres son tan comprensivos, pero su madre si lo es, siempre buscando la manera de ayudarla. Hernández siempre pensaba en que algún momento de su vida, no la tendría y se preguntaba "¿como soportaría esto?", su madre lo es todo para ella y siempre se lo decía, al igual que es una de las razones por las cuales se esfuerza día a día por mejorar como persona y seguir estudiando.

Su madre es una de sus mayores inspiraciones, su madre es la persona que más le importa y le ha importado en su vida, es la razón por la que hace años decidió que la desesperación, dolor, miedo y depresión no le llevaran a tomar una mala decisión que acabaría con su vida, Nat mira a su madre y solo piensa en cuanto la ama.

[•••]

La madre de Natalia decidió llevarla a la escuela y así se despiden, Hernández entra a esta misma con sus ánimos en el suelo.

Esperaba no toparse con ciertas personas insoportables, no creía poder tolerarlos.

Por suerte, no los encontró en el pasillo y por estar viendo a sus lados, choca con alguien haciendo que se caigan sus libros.

—Carajo, lo siento— Nat se agacha para ayudarle a recoger sus libros y se los da.

—Descuida, disculpa aceptada— le responde un chico de cabello casi negro y un poco corto, pero con una sonrisa linda.

Nat le miró y visualizó que el chico tiene ojos de color avellana, de alguna forma le encontraba algo lindo.

—Por cierto, soy Carlos Vega— se presenta el chico y extiende su mano con una sonrisa en su rostro, por lo que la castaña le sonríe y acepta su saludo.

—Un gusto, soy Natalia Hernández— se presenta la chica con una sonrisa en su rostro.

—Alias patética— dijo Jake a sus espaldas, haciendo que la sonrisa de Nat se borrara y se gira sobre su propio eje.