Capítulo VII

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*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo y el libro completo en Patreon.com/chispasrojas.

Capítulo VII. La Grieta de Akmodan

Los primeros rayos del alba asomaron por encima de los arces y pinos, con una rica variación de dorados. La tormenta había cesado durante la madrugada, las nubes se encontraban fraccionadas en el cielo como trozos de algodón blanco, que eran arrastrados por el viento. La brisa ululaba, rozando sutilmente la tela de la tienda de campaña por la que se deslizaban las gotas del rocío.

Ronan se encontraba recostado en el minúsculo interior de la cueva, con el león blanco como almohadón. El equipaje, provisiones, y el par de caballos también yacían en el interior refugiados.

Namjoon fue el primero en abrir los párpados en el interior de la carpa. El silencio era acompañado de las profundas respiraciones de sus compañeros durmientes. Nada más abrir los ojos, les echó un vistazo a los dos. Taehyung dormía de medio lado, acurrucado junto al pecho del humano, con una manta, dos capas (incluyendo la de Jungkook) por encima, y uno de sus brazos rodeándole.

Pensó que Jungkook había sido útil para que descansara, si bien le apetecía arrancarle al príncipe de los brazos con un instinto levemente protector. No era algo personal, solamente, le creaba cierto resquemor pensar en que él era un humano.

Namjoon se levantó en silencio, se colocó las botas y decidió salir al exterior para comprobar las provisiones. Vislumbró al gruñón de Ronan dormido, el pelo encrespado caía por sus hombros, con el casco a un lado, y el hacha Nirvana al otro. El mentón de Ventisca se encontraba sobre las dos patas delanteras, extendidas plácidamente. El feérico se acuclilló sobre el bolso de provisiones y temió por la escasez de reservas, por lo que se abrochó la capa y salió en búsqueda de algo que desayunar; quizá frutos secos, algunas raíces deliciosas, o frutos del bosque, como bayas dulces.

Las botas se hundían sobre la tierra, allí donde era menos rocosa. Sus fosas nasales se llenaron con el agradable olor a tierra húmeda, y afortunadamente, se encontraba mucho mejor que el día de antes, pero comenzaba a sentir cierta picazón por volver a su forma feérica. Se alejó un poco del asentamiento del grupo, mientras rebuscaba entre los escasos arbustos, donde encontró unas diminutas frutas de color púrpura oscuro. Al probar una, su lengua denotó un sabor similar al del arándano, por lo que terminó recolectando un puñado y guardándolos en su bolsillo para Taehyung. Los feéricos podían comer frutos del bosque, melazas y hojas, pero siempre era más por antojo que por el hambre.

Se sintió satisfecho consigo mismo cuando encontró un segundo arbusto similar, donde se guardó bastantes más bayas. Se alegró pensando en que podría ofrecerle un desayuno más considerable al príncipe, pero entonces, uno de sus tobillos se torció bruscamente, y de repente, el suelo se desmoronó bajo sus pies, arrastrándole pendiente abajo.

*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo y el libro completo en Patreon.com/chispasrojas.

Taehyung despertó mientras Jungkook se desperezaba, estirando los brazos. La carpa se iluminaba con una tenue luz dorada, que hizo que el Elfo se espabilara. Pestañeando, levantó la cabeza cautelosamente y pudo ver el mentón de Jungkook, y más arriba, la línea de pestañas oscuras y párpados cerrados. Sus labios eran de un color rosado mucho más claro, entreabiertos, con un rostro que parecía más suave y redondeado. El cabello oscuro con la coleta desecha dejaba que los mechones suaves y ondeados atravesaran su frente y ojos.

El Elfo se encontraba paralizado por la mezcla de emociones perceptibles; la absurda delicadeza y humanidad que desprendía aquel muchacho le abrumaba. Pero sus dedos en forma de puño aún se cerraban sobre su blusa blanca, por encima del abdomen, por lo que se dio unos segundos para recuperarse emocionalmente y luego le soltó con cuidado.

Dynasty I: Viajeros del Alba ⋆ Kookv [Chispasrojas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora