Capítulo XI

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*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo y el libro completo en Patreon.com/chispasrojas.

Capítulo XI. La Leyenda de los Valar

—Parecéis un auténtico hidalgo —Taehyung rodeaba a Namjoon, admirando su nuevo aspecto.

Un par de botas de piel marrón, pantalón oscuro y blusa blanca que se abotonaba sobre el pecho. La capa era larga y negra, con terciopelo por dentro, como la de Taehyung. Y el cabello blanco se encontraba peinado hacia atrás, bajo un sombrero con un par de largas y mullidas plumas.

—Aunque extrañaré vuestras orejas —agregó el príncipe con diversión.

Namjoon sopló las plumas que caían cerca de su sien, y luego volvió a mirarle como un gato engreído.

—No sé yo.

—Que sí. Estáis exquisito —declaró contundentemente.

Más tarde, daban una vuelta por Azmar en busca de provisiones para el viaje, cuando el feérico evidenció el arco y la espada que Taehyung se había agenciado sin decir ni mu.

—Por cierto, ¿a dónde vais con ese arco?

—Oh —Taehyung alzó el mentón mientras caminaban—. Uh...

—Está bien, alteza. No voy a quitaros la piruleta —liberó una leve risa.

—Se me da bien el tiro con arco —dijo el príncipe mordisqueándose el labio.

—Nunca podría dudarlo viniendo de un Elfo.

—Y he practicado con Jungkook con la espada.

—¿Jungkook?

—Sí, él. Él y yo somos buenos amigos —comentó puerilmente, y acto seguido les vio pasar a unos metros—. ¡Eh! ¡Hola!

Darien y Jungkook se aproximaban desde el otro lado de la calle para darle la bienvenida a Namjoon.

—Buenos amigos, ¿en tres días? —masculló el feérico.

—Cuatro —corrigió Tae en voz baja.

—¿Hace cuatro días que caímos de ese portal? —le increpó el feérico seguidamente.

—No, de eso, hmn, ¿una semana? —hesitó el Elfo, y luego esbozó una sonrisita—. No sé, ¡parece un montón de tiempo!

Namjoon le contempló como si fuera un auténtico crío bobalicón. Y tal vez lo era, puesto que le apetecía hundirle la cabeza en un estanque de peces para que se le refrescara el cerebro.

—Bienvenido, Namjoon. Qué maravilla que por fin hayáis despertado —le dijo Jungkook, en cuanto se aproximaron.

—Hey, hola. Tu aspecto no está nada mal —opinó Darien cruzando los brazos tras la nuca— ¿Esa crisálida también os pone a la moda?

—Hola, muchachos —contestó el feérico—. Me gustaría decir que lamento haber sido el primero en caer del grupo. Pero no.

—Francamente, nos preocupaste —reconoció Darien, y seguidamente le dejó una palmadita en el hombro, donde Namjoon percibió su sinceridad y gran parte de un fondo noble, ablandándole el corazón.

No se lo esperaba hasta el primer contacto. Los feéricos eran realmente sensibles a las lecturas emocionales, y con un toque, podían notar gran parte del corazón de alguien. Para él, los malditos humanos eran peor que un libro abierto, escrito en mayúsculas, en un idioma infantil y probablemente el más tonto de toda Gaia. Mas, no se había detenido a pensar que los Altos Elfos eran mucho menos emocionales, más mentales y espirituales. Taehyung aún era una pequeña sabandija, pero ni tomándole de la mano podía hacerle ese tipo de lecturas tan directas.

Dynasty I: Viajeros del Alba ⋆ Kookv [Chispasrojas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora