Capítulo IX

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*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo y el libro completo en Patreon.com/chispasrojas.

Capítulo IX. Duelo en Azmar

Azmar era una localidad montañosa, habitada por humanos, la mayoría cazadores y montaraces de las cordilleras. Cuando llegaron al poblado, se encontraban hambrientos y cansados, sucios, con restos de sudor y sangre. Buscaron una posada donde alojarse, y descansar durante toda la noche. Tres habitaciones: dos individuales y una doble, para Jungkook y Darien. Tras un buen baño, el muchacho salió sintiéndose renovado, la cama se sentía como si fuera el mejor colchón de plumas, y no tardó en dejarse llevar por el sueño.

Aún estaba cubierto de algunos leves hematomas y raspaduras, pero habían quedado por la mañana para pasarse por el mercado de Azmar y renovar las provisiones, medicinas, algo de ropa de abrigo, y tal vez agregar algún arma a sus repertorios.

Darien despertó a Jungkook por la mañana, este hizo un medio recogido de cabello y mientras Darien se metía las botas, reconoció que había descansado muchísimo más de lo que esperaba. Salieron de allí agradeciendo el buen tiempo de la mañana, y encontraron a Ronan y a Taehyung cerca del mercado, en el punto donde habían acordado.

El Elfo cubría sus orejas y parte del rostro con una capucha; todos pensaban que sería más seguro así, pues la gente siempre cuchicheaba y era mejor esconder sus orejas puntiagudas de cualquier lengua murmurando que parecía uno de esos Elfos del Bosque.

—Buenos días —saludó Darien.

—Buenos días —le siguió Jungkook.

—Buenos, es un adjetivo demasiado grato para una mañana como esta —respondió Ronan.

—Hola —les contestó Taehyung con más amabilidad.

—¿Habéis descansado? —formuló Darien.

—Lo suficiente —dijo el Elfo.

—¿Y dónde está nuestro integrante feérico? —le preguntaba el rubio.

—Sigue dormido, pacíficamente —dijo Taehyung.

—En fin, no perdamos el tiempo. Necesito comprar algo con lo que afilar mi hacha —sugirió Ronan, poniéndose en marcha—. Y luego algo con lo que acallar mis tripas.

—Desde aquí las pude oír —condecoró Darien—. Pensé que Ventisca rugía desde la ladera en la que la soltamos.

Los tres siguieron el paso del Enano, mientras paseaban por el mercado de Azmar con la intención de adquirir un poco de todo. Jungkook pasó junto a Taehyung con ánimo desinteresado, y de soslayo le dijo algo.

—Alassea ree, Taehyung —pronunció con suavidad.

Los labios del Elfo se abrieron por la sorpresa, así como un el ligero hormigueo se extendía por su tórax.

—Alassea ree —le respondió de la misma manera.

Luego Jungkook pasó de largo y alcanzó a Darien. Caminaban juntos, un par de metros por delante de él, conversando entre ellos. Y Ronan iba aún más en la vanguardia, deteniéndose en un lugar y otro, despreocupadamente.

Taehyung posaba los ojos en todos lados, para él, alguien acostumbrado exclusivamente a los Altos Elfos y a la brillante y blanca ciudad de Elemmirë, ese tipo de lugares era una auténtica tormenta de personas, de objetos, de aromas, y de cosas que nunca antes había visto. Vendían pieles de todo tipo, armas, abalorios, capas, y moda humana (desde cueros ligeros, hasta abrigos más gruesos con pieles de oso). No había ni una sola armadura, lo cual parecía estar indignando a Ronan, aunque él ya tenía su casco de Endalion y no necesitaba mucho más, pues las armaduras eran generalmente pesadas y los Enanos ya pesaban lo suyo.

Dynasty I: Viajeros del Alba ⋆ Kookv [Chispasrojas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora