Capítulo 7

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Todo era aterrador.

Todo esto enserio era tenebroso.

La silueta de aquella persona aun seguía de pie, sin moverse, en el marco de la puerta.

Segundos, minutos, horas, ni siquiera me di cuenta de cuanto estuvimos en la misma posición; yo en el suelo, mirándolo directamente con el mayor miedo que he sentido en toda mi vida y el o ella tal vez mirándome de pie, la verdad no se si enserio me esta mirando, no se nota absolutamente nada mas que oscuridad en el.

Mi corazón nunca dejo de estar acelerado y yo dejar de temblar.

¿Que estaba pasando? ¿Que es esto? ¿Acaso era una broma de muy mal gusto?

"¡Se valiente Jane!" Y al instante en que mis rodillas se estiraron y yo me puse de pie lentamente sin retirar la mirada de el. La sombra desapareció.

De un momento a otro... De un pestañeo, la sombra había desaparecido por completo.

Sin pensarlo dos veces, corrí hacia la puerta mirando por donde se había dirigido, pero no había absolutamente nada.

—¿Hay alguien ahí? —dije demasiado fuerte para que cualquiera que estuviera por esos pasillos escuchara, pero gritar no sirvió de nada ya que todo seguía tranquilo y silencioso—, ¡Si es una estúpida broma, te juro que te arrepentirás!

Aun no obtenía respuestas.

—¡Imbecil! —grite para mi, comenzando a caminar por todos los pasillos buscando algo que me ayude a encontrar a la persona que me hubiera espantado en la habitación haciendo todo ese teatro.

"¡Una escoba!" Grité en mis pensamientos algo aliviada al ver una escoba de madera en el pasillo.

Rápidamente lo tome y lo quebré, haciendo que sea un palo de madera con una punta filosa, "Por si las dudas"

Sonreí en mis adentros. Esta bien que alguien me pueda jugar una broma, pero también hay asesinos en la ciudad y el acto que me acaban de hacer, era vandalismo y se consideraba como un crimen.

No había nada. Solo un par de pasillos vacíos.

¿Donde quedaron las enfermeras que se supone que estarían aquí? ¿Yo debería salir del hospital?

Creo que no seria seguro. Aparte de la persona que acaba de darme el susto de mi vida, puede haber ladrones o personas que me pudieran hacer daño. Aparte... Tengo este golpe en mi cabeza del cual puedo desmayarme en cualquier momento.

No puedo hacer nada... ¿Que tal si...? ¿Donde habrá un teléfono por aquí?

Decido ir a la recepción del piso en el cual esta la habitación en la que me habían asignado. El hospital es un tanto grande, y el miedo de estar caminando por absolutamente todos los pasillo, era escalofriante.

Cuando llegue a los escritorios veo un teléfono a la vista. Suspiro aliviada y lo tomo marcando el número de mi casa, debería April estar ahí.

Justo cuando oprimía los botones, me di cuenta que el teléfono no tenia linea. Estaba apagado o desconectado. Intente buscar si estaba roto o no conectado de la corriente, pero no era ninguna de esas cosas la que hacia que no sirviera.

El miedo nunca se quito de mi.

¿Que se debe de hacer en estos momentos? Creo que estaré sentada en las sillas lo que resta de la noche sin dormir vigilando con esta estaca de escoba.

Justo cuando caminaba hacia los asientos, de reojo voltee a ver mi habitación.

—¡Ahhhh! —grite de horror.

Tire la escoba inconscientemente y miraba fijamente lo que se encontraba enfrente mío. No me moví ni un centímetro, de nuevo me había paralizado y miraba con terror aquella escena.

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