Nathalie observaba por la gran ventana de su habitación como el sol salía en aquella mañana, con una sonrisa en el rostro se había quedado recordando las locuras que había vivido, siempre le daba risa recordarlas, superpoderes y peleas con dos niños, todo había pasado hacía tanto tiempo.
Unas manos abrazaron su cintura lentamente por detrás de ella, sin apartar la mirada del paisaje matutino sintió como le besaban con ternura la mejilla un par de veces.- ¿En que piensas querida?.- Escuchó a su esposo preguntarle.
Con nostalgia observó las fotografías en su cómoda frente a ella y no pudo evitar sonreír.- En nosotros, en estos últimos años.- Puso especial atención a dos de las fotografías, la del día de su boda y la de su familia, sus favoritas.
-Han pasado cinco años desde que todo acabó. Cuatro desde que nos casamos...- Comenzó a rememorar el diseñador a sus espaldas, ella rio con ternura mientras se daba la vuelta para verlo de frente. -Y Sophie cumplirá cuatro la siguiente semana.- Pasó los brazos por el cuello de su esposo mientras este le acomodaba un mechón de cabello.
-Y usted señor Agreste tiene una rueda de prensa a las once.- El apartó la mirada soltando un suspiro, en verdad que no quería ir.- Llegará tarde si no baja a desayunar ahora.- Ambos terminaron de alistarse para salir de su habitación y bajar a desayunar.
Pero primero, ambos se separaron cuando él se fue al comedor y ella a otra de las habitaciones, llamó a la puerta para luego entrar.- Sophie cariño, es hora de despertar.- Alguien se removió en la pequeña cama cubriéndose aún más con las sabanas, divertida, la madre se sentó a su lado en el colchón.- Papá nos está esperando para desayunar.- Después de un par de segundos una niña pequeña se incorporó, era la viva imagen de su madre, el cabello azabache y los ojos azules, la menor de la familia Agreste.
La pequeña se talló los ojos.- Buenos días mami.- Miró a su madre con una gran sonrisa la cual ella correspondió.
-Buenos días cariño. Anda, te ayudo a arreglarte.- Después de unos minutos ambas bajaron hasta el comedor tomadas de la mano. La niña corrió hasta su padre abrazándolo.
-¡Buenos días papi!.- El diseñador le dio un beso en la frente a su pequeña mientras que Nathalie se sentaba en la amplia mesa.
-Lo siento, lo siento. ¡Ya voy tarde!.- Llegó el hijo mayor disculpándose a toda prisa al comedor, el rubio tomó un par de pan tostado de la mesa no sin antes acariciar la cabeza de su hermana pequeña.
-¿Otra vez tarde para la universidad?.- Preguntó la mujer dándole un sorbo a su taza de café.
-Lo siento mamá, estaré aquí para el almuerzo.- Rodeó la mesa con prisa y le dio un beso en la mejilla a su madre quien no replicó ante la promesa, después de todo siempre lograba cumplirlas.
El de ojos verdes le dio un par de palmadas en el hombro a su padre a manera de despedida, pero este le detuvo antes de irse. -Adrien, recuérdale a la señorita Dupain-Cheng sobre la cena de esta noche.-
El rubio le sonrió agradecido a su padre.- Si papá, le diré a Marinette.- Después de eso nuevamente se puso en marcha, no quería llegar tarde a sus clases.
-No creo que lo vaya a olvidar.- Le dijo su esposa mientras tomaba un par de bocados de su desayuno.
Gabriel hizo lo mismo mientras se aseguraba de que Sophie también lo hiciera.- No está de más recordárselo. Últimamente ha adoptado esa mala costumbre de su novia.-
Aquel comentario le causó gracia a la mujer de mechón rojo. -No digas eso frente a él si no quieres que se enoje contigo.-
El resto del desayuno transcurrió con normalidad, la pequeña fue la primera en terminar por lo que regresó a su habitación para jugar un poco antes de sus lecciones de piano. La pareja se había quedado sola disfrutando aún de su almuerzo y del tiempo que tenían juntos antes de que el diseñador se retirara para atender los asuntos de su empresa.
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Le mots qu'on ne dit pas
FanfictionEl miraculous del pavo real la ha lastimado, y aunque esté reparado, si lo vuelve a usar las consecuencias serán graves. Y aunque ella dice no importarle su jefe opina lo contrario. Gabriel Agreste no dejará que suceda de nuevo, no está dispuesto a...