A Tu Manera ~Hoffam #1~

Capítulo 14

Maxine

Abro los ojos, riendo al ver a mamá haceme una mueca, pasar tiempo con ella es lo mejor que pasa en mi pequeño mundo, la puerta es golpeada por algo que me hace tapar los oídos y mamá aprieta los labios, limpiando algunas lágrimas, me da un beso en la cabeza

—Recuerda que debes quedarte aquí, le diré a Pilar que traiga a Keyla — besa mi cabeza de nuevo — pronto saldremos de aquí mi muñeca

Muevo mi cabeza de arriba a abajo y la puerta es abierta para dejar pasar a mi amiga rubia, es algunos años mayor que yo pero es la única niña aquí, solo tenemos una pequeña muñeca para las dos es morena y de cabello negro, sus ojos grandes se parecen a los míos y por eso mamá me dice muñeca

—Hola muñequita — saluda y yo me levanto del pequeño colchón para correr hasta ella, tenía días sin verla y no me gusta estar sola en ese pequeño y sucio lugar, imaginamos un mundo diferente

En mi pequeño castillo, que mamá dice que a pesar de estar sucio y mal oliente es el castillo y por ello soy una hermosa princesa, la puerta se abre y me acurrucó con Keyla que me abraza y me cubre con la sábana

—¿Dónde está mi princesa?— habla una voz grave y salgo de la sábana para correr hacia el, su color de cabello combina con sus rizos alborotados, es mi príncipe, porque es tan idéntico a mi, sus ojos café oscuros son tan parecidos a los míos que muchas veces me quedo viéndolos, imaginando que me lleva a otro castillo

—¡Mi señor! — exclamó emocionadaz rodeándolo con mis pequeños brazos

—Ven te llevaré a mi castillo, Keyla ven conmigo — habla viendo a mi amiga que se queda en su lugar y mi príncipe camina hasta ella y la toma del brazo sin soltarme y nos saca de nuestro pequeño mundo

Camina con nosotros, intentando zafarse del brazo del principe, no la entiendo, yo voy feliz porque el por fin me va a llevar a su castillo, que debe verse así de lindo como lo es el, seguimos caminando hay otras princesas, no el príncipe dice que yo soy la única princesa en ese castillo, el resto son esclavas, gente de servicio

Esas muchachas, nos miran con sopresa y antes de entrar al auto del principe, mamá llega corriendo

—Tyson, ¿A dónde llevas a mi hija? — grita, y quiero hablar pero el príncipe le reniega el toque, metiéndome al auto, que dice el funciona como si fuese un carruaje como el de la Cenicienta, el único cuento que me han leído allí — déjala, suéltala, maldita sea, no te lleves a mi hija... No te la lleves

—Recuerda tu lugar, Renata — brama mi príncipe — y yo llevo a mi hija a dónde me de la gana, lleva a Keyla con su madre

—No te la lleves, no me quites esto también, Tyson, no te atrevas

— ¿Es que no te folle suficiente? — mamá llora, y de nuevo trato de decirle que estoy bien y que mi príncipe me llevará al castillo — mañana te reviento el culo entonces, mi hija no va a vivir más en este asqueroso lugar y conformate con eso

Le entrega a Keyla y sube a mi lado

— Vamos a casa, mi princesa

Parpadeo saliendo de la ensoñación, ¿Que mierda fue eso? ¿Habrá Sido un sueño?

Pero parecía tan real, pero por más que busque memorias de ese lugar asqueroso nada llega a mi mente, bufo y pego un pequeño grito, trayendome a la realidad, veo mi dedo sangrando, y gruño con un poco de dolor

Abro la llave del agua y dejo que se lleve los rastros de sangre, no es una cortada grande, pero si arde como la mierda, me concentro en lo que estaba cortando, la manzana recibió unas gotas de sangre y la lavo también, dejando que el agua se lleve esas gotas de sangre