Capítulo 30

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Tipo de narrador: tercera persona

Mónaco / Francia

El aire denso se mezclaba con el frío invierno sobre Francia, Wyatt trataba de contener el sangrado que salía de la entrepierna de Keyla quien llevaba dos días inconsciente y sangrando, los doctores no le daban noticias alentadoras, tenían que operarla para poder salvarla

Pero el no iba arriesgar nada, así que con una mueca dejo a la rubia ser atendida por los médicos y regreso a su oficina, la muñequita, como el decía estaba atada a su escritorio, ahí la alimentaba, le daba de beber agua y ahí dormía, sonrió antes de sentarse y liberó una de sus manos para luego bajar su pantalón

Miro sus ojos café, su cara hinchada de tanto llorar y lo único que el quería era saciar las ganas, desde hace 5 días no veía a su amante, pero ahí estaba Maxine y la iba a aprovechar, libero su miembro y empezó a masturbarse con la mano de ella

Mientras la morena intentaba soltarse de su agarre el ejercía más fuerza, hasta que se tenso, apunto y se derramó sobre su cara, el río ella intento vomitar,  y el no la dejo, simplemente siguió embarrandola con sus fluidos, ella lloro más fuerte hasta que el la levanto y aún con la cara sucia la hizo caminar hasta la habitación de su hermana

— Ellos no te tocaran — señaló a los hombres — sus derrames si, y estarás aquí, hasta que esa perra rubia muera, que ya falta poco — le advirtió y se marchó cerrando la puerta tras de si — ¡Pueden tenerla desnuda pero no tocarla! — grito una última vez y se encerró en su oficina a terminar el trabajo

Maxine veía a los hombres, sus miradas hambrientas no le pasaron desapercibido mientras ella corría a auxiliar a Keyla, la rubia estaba pálida, sangrando, y su rostro con todos los golpes y magulladuras

No quería perderla, no podía hacerlo, y mientras acariciaba su cabello, la arrastraron a la mitad de la habitación, y le quitaron toda la ropa, alguien le sostuvo el cabello y todos esos hombres asquerosos empezaron a mover sus manos de arriba a abajo sobre sus erecciones

Viéndola, comiendose cada parte de ella con la mirada

—Es bailarina — dice alguno y se asusta, cuando la ponen de pie, intenta cubrir sus partes privadas pero no lo consigue, solo se gana un manoton sobre su vientre y espalda — que baile esta puta

Le jalan el cabello y la amenzan, llora y aunque no quiere terminan moviéndose al ritmo de la música que sale de algún lado, no quiere morir, no quiere más malos tratos, ella no pidió nada de eso pero ahí está bailando para un montón de enfermos

Que no dejaban de mover sus manos, mientras ella quería morirse de vergüenza al estar frente a ellos bailando, alguno de ellos la sostuvo y no le permitió moverse mientras esos hombres empezaban a eyacular, todos sobre ella, sobre su cara, sobre sus pechos, vientre

Y al final Wyatt volvió por ella y la arrastró así desnuda, pegajosa y humillada hasta otra habitación que ella reconoció puesto que los 4 primeros años de su vida los vivió ahí

—No te vas a limpiar — se burla Wyatt — llena de semen te ves mejor

La arrojo a la cama y luego salió dejándola sola ahí, llorando, no debió preguntarle a Arjen que era lo que sentía, si tal vez ni lo hubiera hecho, seguiría en Manchester, y Keyla seguiría bien en España, ella era la culpable de todo eso

Así que en ese rincón de la habitación se permitió llorar, sacar todo lo que no había podido y lo que le faltaba, jamás se había sentido peor y por más estúpido que sonara quería de verdad un príncipe que la sacará de ahí y la mantuviera a salvó

* * *

Arjen veía la ubicación en su teléfono y pedía al piloto que se apresurará, llevaban 46 minutos en el aire pero cada minuto contaba, y sobretodo porque era su culpa

Jamás debió dejar que se fuera, hubiera Sido una porquería de persona pero no estaría bajo las garras del francés psicópata que ella tenía como hermano, se maldijo e insulto mientras veía por la ventana los copos cayendo sobre ella y el cielo inundado con las nubes del invierno

Miro de nuevo la pantalla, rogando que el tiempo pasara rápido, por fin aterrizaron en Mónaco y sin abrir bien la puerta bajo del avión y subió a la camioneta que ya lo esperaba y pidio que lo llevarán al prostíbulo de ese idiota lo más rápido posible

No le interesaba si sus primos lo seguían, solo quería llegar por lo suyo, salvarla de las garras de ese idiota

* * *

Wyatt empezó a follar a una de las putas del club, pensando en una sola, la que lloraba con las rodillas a la altura de su pecho y su cara escondida entre ellas, no podía tenerla, a él no le interesaba que los uniera un lazo de sangre pero aún no quería poseerla

Quería hacerla consumirse en su propio miedo hasta que se hiciera realidad, quito a la puta de su escritorio cuando escucho un bullicio fuera, no entendía que pasaba, así que despacho a la perra que se estaba follando, y subió sus pantalones para irse a la puerta

Sus hombres, disparaban a otros que estaban fuera de su club, reconoció la placa y la marca de los autos, «Lazcano»

—Dejenlos pasar — les dijo a sus hombres que bajaron las armas y abrieron las rejas de la enorme verja dejando pasar los 5 autos que entraban a su propiedad, del segundo de ellos bajo el castaño, ojos avellana como su padre

Lo reconocía por los antiguos negocios que quería su padre con el suyo, no sabía su nombre, solo que portaba en sus hombros, tres apellidos importantes, uno con más peso que el anterior y Wyatt no sabía a cual le temía más

—¿A qué se debe la visita de los Lazcano?— pregunta tratando de controlar la agonía de su corazón

—No te hagas el idiota y entrégame lo que vine a buscar — contesto el holandés, tratando de calmarse, porque si no seguramente le dispararía en la cabeza al francés

—Te equivocas, la última vez que supe de ustedes fue cuando tú padre rechazo el mío

—¿Y por eso secuestraste a mi mujer?— pregunto el castaño con ironía, pensaba en todo lo que le haría si Maxine tuviese si quiera un aruño — ¿Por que mi padre no colaboro en tu maldito prostíbulo, te tenías que llevar a mi mujer?

El francés trago en seco, esto tenía que ser una maldita broma, 15 años para que fuera la mujer de uno importante, se repetía, tenía que ser una broma

—¿Tu mujer?— pregunto queriendo confirmar lo que tanto temía

—Si, mi mujer y su hermana, Maxine Callegith

Entonces si, el francés entraba en un dilema, su muñequita o su negocio porque claramente eso peligraba con el holandés frente a el, por eso seguía repitiéndose que debía tratarse de una broma, no quería perder a ninguno de los dos

—¿Entonces, Dubois?

Entonces...no sabía que mierda hacer pero Arjen si y por eso levanto su arma listo para disparar...

* * *

Notita: quería escribir este capítulo desde que empecé la novela, espero lo disfruten, aviso que tal vez no les guste, faltan unos 6 o 7 capítulos para el final✌🏻🥺

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