Capítulo 23

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Renata

20 años atrás

Montecarlo / Mónaco

Pierre toma mi mano fuerte, tan fuerte que molesta y trato de soltarme pero la maltrata más con su fuerza, me obliga a caminar, con fuerza excesiva me empuja al auto por el asiento de piloto, activa los seguros  cuando entra, me dedica una mirada lastimera llena de maldad

El auto se pone en marcha, me enderezó en el asiento y el coloca la mano sobre mis muslos, entonces se ríe, como si fuera un maldito psicópata o no se que mierda, muerdo mis labios ansiosa

— ¿Dónde me llevas?— pregunto, — ¿A dónde carajos me llevas?

— Tu insolencia, gatita siempre me ha excitado — agarra su miembro sobre la tela comprobando lo que acaba de decir — pero ya me harté de tener que controlarte

—¿Dónde me llevas?— vuelvo a preguntar

—A pagar una deuda que tengo — se encoge de hombros y sigue conduciendo, aprieto mis muslos hasta que toman un color rojizo por la presión, el auto se detiene, frente a una especie de casa seguida de un club, no reconozco el lugar

Pero me asusta, todo me asusta, y más por la forma en que Pierre me obliga a bajar del auto y me hace caminar

—Aqui si tienes que obedecer todo lo que digan, gatita — se vuelve a reír, abre la puerta de la casa y sin muchos pasos dados me tira hacia los pies de alguien mis costillas reciben el impacto y duele como la mierda — Aquí está, ella es el pago de mi deuda, usala como quieras, da unas excelentes mamadas

Me da asco la forma como habla, no puedo creer que me haya enamorado de una bestia como el, de que le haya entregado mi virginidad, no puedo creer que haya caído en este sucio juego de mierda con el, me levanto e intento caminar hasta la puerta, una mano morena se cierne sobre mi cuello al momento que intento dar más pasos

—Eso tendré que averiguarlo — ladra el hombre, me tenso en sus brazos — nos vemos, viejo amigo

Pierre se ríe y me dedica una última mirada lanzandome un beso

—Lo siento, cariño, pero valoro mi vida — se marcha entonces, dejándome en los brazos de un extraño y sin puta idea de lo que hago aquí, el hombre aprieta el agarre en mi cuello y con su otra mano toca mis curvas hasta acunar uno de mis senos

— Que buenas tetas, debes dar rusas increíbles — siento la presión de su erección en mi espalda y quiero salir corriendo pero su mano lo imposibilita — vamos a comprobarlo

Me arrastra escaleras arriba, grito que me suelte que me deje en paz, que yo no tengo nada que ver en los negocios o deudas del maldito bastardo que se acaba de ir, pero solo se ríe y sigue empujándome y haciéndome caminar, llega hasta la última habitación del tercer piso y la abre de una patada, tirándome en el piso y cerrando la puerta tras de él

— vamos a ver esas tetas — intento alejarme de él pero no puedo, su pie se apoya en mi espalda evitando mi huida me toma del cabello y me levanta, mis pies caminan por inercia y la fuerza ejercida en mi cuero cabelludo — desnúdate, no querrías que lo haga yo

Por miedo e instinto empiezo a quitar la blusa y el sostén, suelto el botón del pantalón y lo deslizó por mis piernas terminando también de quitar las bragas, su mirada hambrienta me da asco y causa un escalofrío que se instala en mi columna

—Bien hecho gatita — se relame los labios, ¿Cómo alguien tan bello puede poseer tanta maldad? — de rodillas

Mis cerebro tarda en captar la orden y la presión en mi cabello lo hace reaccionar, doblo mis piernas apoyando mi trasero en mis tobillos, mi cabeza ladeada por la fuerza en mi cabello y mis ojos repletos de lágrimas, captan como baja el cierre de su pantalón después de soltar el cinturón

A Tu Manera ~Hoffam #1~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora