Capítulo 20

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Keyla

Me congelo en mi lugar, el no está aquí o de eso quiero convencerme, por instinto cierro la puerta y la empuja hasta que logra abrirla por completo, reprimo el grito para no asustar a Carlos, su imponente figura de un hombre de 26 entra a mi pequeño departamento y alcanza mi cuello cuando intento evitarlo

Lloro entonces, enterrando mís uñas en sus manos, logrando tener más aire, no quita su sonrisa y me pega en la pared acercándose peligrosamente a mi boca

—¿Dónde está la maldita hija de puta de tu hermana? — sisea, aprieto los labios

—Puedes matarme si quieres, jamás te lo diré — mascullo con la voz entrecortada por falta de aire — a ella no la vas a matar como a Renata

Se ríe y afloja el agarre en mi mano

— ¿Crees que para conseguir la información, voy a matarte? — vuelve a reírse — hay maneras, Keyla... Y no te gustarán las mías

Da aún vistazo al pasillo, el lo sabe

— Y Carlos se parece tanto a su papá — me tenso entonces, sacudo la cabeza con las lágrimas deslizándose por mis ojos — y sabes que eres nada, comparado a el

— El jamás lo quiso — se ríe aún más fuerte, y yo ruego para que mi bebé ya esté en su sueño profundo — y tampoco lo querrá ahora, así que no tiene caso que me amenaces con el

— Sabes bien que puedo convencerlo — mira hacia arriba y luego posa sus orbes grises en mi, brillan con su oscura diversión — así como te convencí de enredarte con el.. ¿Maxine sabrá que el papá de su sobrino lo conseguiste por mi?

—ella no te recuerda, no recuerda la vida y el infierno que la hiciste pasar — susurro — así que eso no me preocupa

— Le diré a Danilo, que venga por su hijo entonces, creo que necesita un heredero — hace como si estuviera pensado, sollozo, no me puede quitar algo que el no quiere

— ¿Para que mierda quieres a Maxine? — pregunto sollozando, no puedo dejar que la alcance, Renata la libero de ambos 

— Eso no debe importarte — suelta mi cuello y acaricia con delicadeza que no posee mi cabello — ¿Dónde está?

— Aquí no — respiro — no se dónde está se fue hace más de 6 meses — me encojo de hombros, tengo que cuidarlos a ambos

—Pues que aparezca, regresaré en un mes y la quiero aquí o si no olvídate de tu hijo — da pequeños golpes a mi cara y empieza a caminar de regreso a la puerta — 1 mes y no creas que porque trabajas con los Lazcano puedes defenderte, pueden defenderse de mi

Y sale por fin, me arrastró hasta el piso dejando que mi culo toque la madera, cierro los ojos escondiendo la cara en mis manos, y dejo que las lágrimas se liberen naturalmente

Ahora no se que hacer, pero no puedo perderlos a ninguno de los

Ω Ω Ω

Arjen

La observo cerrar los ojos, y cierro la puerta volviendo con los demás, Charlotte me espera en el borde de las escaleras y enarca una ceja, buscando una respuesta que no tengo, no se que pasó, pero estoy seguro que no quería hacerle daño, ella me dijo pruebame y fue lo que intente

A Tu Manera ~Hoffam #1~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora