Capítulo 33

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Notita: en las advertencias antes del prólogo especifique que habrían escenas de violencia y esta es una de ellas, si, me has leído antes sabes que ese tema es algo de mi fuerte porque soy algo sádica así que sabes que está será sensible, así que Lee bajo tu propio riesgo

Maxine

La bodega, está fría y oscura, los últimos momentos del invierno se sienten en cada paso que doy, el olor a hierro se hace cada vez más fuerte, cada que me adentro más al lugar donde estoy, no me molesto en preguntarle a Arjen porque tienen una bodega de tortura

Porque si, esto es lo que es y los huesos de otras personas que hay regadas por el piso me lo confirman, ya después sabré bien porque tienen un sitio como este, lo que más me interesa ahora es llegar al final de esta oscuridad

—Por acá — Arjen toma mi mano y me guía atraves de tantos pasillos hasta que la reja emite un vip, y luego es abierta

Reprimo mis ganas de vomitar, lo que tengo frente a mi no es ni sombra de lo que era, Wyatt tiene una cortada en la frente, creo que es un «L» tan grande que termina sobre su nariz, si es que a eso se le puede llamar nariz, sus ojos grises me encuentran y no se descifrar lo que su mirada transmite

Hay un hueso que sobresale de su hombro, y su pierna está doblada en tres ángulos distintos, alguien de verdad quería quebrar esa pierna, su pecho está al descubierto y varios orificios están en el, uno parece de bala el resto no se de que sea

Y su miembro está sostenido por un poco de carne es como si hubiese sido cosido y ahora solo un hilo lo sostiene

—Muñequita — su voz está rasposa como si no tomara agua desde hace mucho tiempo, y su sonrisa arrogante no combina con todo lo que su cuerpo tiene — que placer le has dado a mis ojos

—Que pena no decir lo mismo — arrugó la nariz en un gesto de asco — ahora me repugnas más que antes

Miro a Arjen, quiero golpear a ese hijo de puta y eso que no soy una persona violenta y justo por eso necesito su ayuda para lo que quiero hacerle, el entiende mi cara, aparta la chaqueta y sube las mangas de su camisa

Se acerca a mi, y sonríe, su sonrisa cínica ahora no me causa nada pero a Wyatt si y quiero saber que es lo que le ha hecho para que ese simple gesto lo asusté en demasía

—¿Cómo quieres empezar?— se ríe de su pregunta y me hace caminar hasta detenerme frente al francés, me indica que puedo hacer, dónde atacar, dónde herir sin llegar a matar y aunque lo desee con toda mi alma escucho cada palabra de Arjen

Me pasa un cuchillo, puedo ver el filo resplandecer con la poca luz que hay en el lugar, Arjen se coloca un par de guantes y alcanza lo que creo es un soplete que enciende y calienta el metal que tengo en las manos

Doy dos pasos más al frente y clavo el cuchillo en la frente, en el comienzo de la letra marcada, no me basta con eso lo arrastró hasta su tabique, gemidos de dolor salen de su boca pero eso no me basta, no me llena y arrastró el cuchillo a su izquierda

—¿Cómo lo hago? — susurro hacia el castaño que toma el solplete con una mano, se posa detrás de mi y guía mi mano al inicio del lagrimal de Wyatt, un grito mucho más fuerte sale de sus cuerdas vocales

Y ciertamente me da una satisfacción que antes no poseía o creía poseer por esta situación

—Ladea la cabeza — me dice Arjen, así lo hago sostiene mi mano aún pero se quita de mi espalda para calentar aún más dónde tengo el cuchillo, siento el calor en mis dedos pero la forma en que los vasos sanguíneos de Wyatt explotan aumenta la adrenalina en mi cuerpo

Arjen apaga el soplete y sigue guiando mi mano, ciertamente cuando me propuso venir con el hace varios meses jamás se cruzó por mi mente que estaríamos torturando una persona juntos

Pero eso me llena tanto, como si el ojo no aguantará más dentro de si, como si fuera algún alimento enlatado logro sacarlo de su cavidad, se sostiene no se con qué, y es tan asqueroso que no se porque no estoy vomitando

—Un simple corte y cae — susurra Arjen, sonrió mordiendo mi labio inferior

—Querras ver esto , así que aún no te sacare el siguiente — no se de dónde salen esas palabras pero mi garganta las ha dicho

Sigo con el cuchillo ensangrentado, sus gritos lastimeros me ponen a latir el corazón de manera errática, buscando causar más y sin previo aviso corto lo último que sostiene su pene, que sotengo con asco

Lo tomo de la base pasando la punta por los lugares donde sale más sangre, lubricando según lo que escucho de Arjen, doy media vuelta y siguiendo las indicaciones del holandes lo posicionó en su entrada trasera

Quien diría que penetrar a un hombre con su mismo miembro me tendría riendo a carcajadas, y burlándome del dolor a quien se lo estoy causando, pero no me detengo pienso en Keyla y lo mucho que sufrió, en lo que él lo hizo pasar al punto que ella prefirió dejarnos a mi y a Carlos para que el dolor de todo lo que pasó no viviera con ella

Pienso en todas las Keylas antes de mi hermana que pasaron por lo mismo a causa de mi padre y de el, y de lo que posiblemente pasaría, pienso en lo sucia que me sentí cuando me hicieron bailar 6 hombres para conseguir una liberación

En eso pienso y la rabia domina la razón cuando dejo su pene dentro de si y con el cuchillo empiezo a hacer cortes, punzadas por toda su espalda

Pero no me llena y necesito más, observo una pistola de clavos y le pido en silencio al castaño que me enseñe a usarla dejando que los clavos perforen la piel del francés, llevándose a la única familia de sangre que me quedaba pero la verdad me da igual

Voy girando al rededor de el, dejando que la pistola dispare clavos por su cuerpo, abro el párpado de su ojo bueno cuando lo cierra y apunto a ese lugar, una, dos, hasta que al cargador se le acaban las puntadas

Y la sangre me ha bañado por completo, pero no, quiero que su vida escape en mis manos y vuelvo a tomar el cuchillo metiéndolo en su pecho, su respiración se vuelve lenta y con el arma blanca allí

Me doy media vuelta y tomo al castaño de las solapas de la camisa y pego mis labios a los suyos, lo necesito, la adrenalina en mi me hace necesitarlo

—Tomame, ahora — susurro

—¿Estás segura?

—Si, ahora, tómame

Hace un gesto con la mano y vuelve a besarme, siento cosas caer al piso cuando va haciéndome dar pasos hacia atrás, mi espalda toca una superficie plana, fría y jadeo sobre sus labios, mis manos se mueven solas para desabrochar su cinturón, bajandola con prisa, los botones de su camisa salen a volar pero no me interesa nada

Vuelvo a besarlo, sus manos jalan el vaquero hacia abajo junto con las bragas y separa mis piernas tanto como puede, tanto como lo deja el pantalón, y comprueba mi humedad antes de abrirse paso en mis paredes vaginales con su longitud

Jadeo, recibiendo cada una de sus embestidas, me atrevo a mirar hacia el sitio donde está Wyatt y justo en el momento en que suelta un suspiro, su último suspiro, Arjen me hace llegar al cielo a la vez que me llena de el

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