Cuando lo vi alejándose por aquel pasillo lo entendí todo, realmente lo quería, pero mis inseguridades carcomían todo lo que mi mente anhelaba de mí y como siempre arruinaron ese pequeño momento en el que pude ser feliz y esta vez lastimaron a la pe...
-Señor, Stefan. Estas condiciones solo lo benefician a usted, pero no a la empresa.
-Señorita Stone, he verificado cada uno de los documentos con sus respectivas condiciones y beneficios y beneficia a ambas empresas.
-Claro que no, eso es lo que usted quiere hacer creer, sin embargo, indirectamente me está diciendo que voy a adquirir el 10%. Eso no es ganancia así que, lamentándolo mucho, no acepto el contrato.
-Se ha de estar equivocando, además si hubiera aquí un hombre, entendería mi propuesta inmediatamente -musitó tomando sus documentos.
-Escuche Señor Stefan, con mucho respeto le digo que no trate de hacer insinuaciones de que por ser mujer no puedo mantener esta empresa, yo soy capaz y cualquier mujer también. Lo único malo que hay aquí es que a usted nunca le dicen que no porque es el admirable señor Stefan, no obstante, lo respeto, pero no le tengo miedo así que no hay contrato. Que tenga lindo día.
Refunfuñando tomó todas sus cosas y salió de la oficina.
-¿Mal día? -cuestionó Theo, trayendo mi café favorito.
-Digamos que mal cliente, ya sabes cosas que las mujeres debemos tolerar solo por ser mujeres. Gracias por el café. -musite dándole un sorbo. -¿Qué tal Arianna Y Willow? (Su esposa e hija)
-Bastante bien, ya sabes extrañándote, pero entienden que tienes cosas que hacer.
-Yo también las echo de menos. ¿Van a ir esta noche? -indague ordenando los papeles de mi escritorio.
-¡Claro! No se perderían por nada tu presentación. ¿Estas nerviosa?
-No.
-¿Segura?
-Si.
-¿Segurísima?
-Sí, pero si sigues preguntando me vas a poner nerviosa.
-Vale, es que te va a calificar un jurado bastante grande.
-Theo, para.
-Vale, me callo.
-Señorita Hazen. -llamó mi asistente tocando la puerta.
-Adelante.
-Disculpe la interrupción, pero a las doce y media tiene reunión con el área de administración a las dos de la tarde tiene la reunión con la señora López y por último a las cuatro de la tarde tiene una reunión importante.
-¿Con quién? -Cuestioné tomando mi abrigo y la libreta que siempre usaba para anotar todo lo que debía hacer en el día.
-No lo sé, solo me dijeron que necesitaban una reunión con usted, pero que aquella persona prefería quedarse en anonimato.
-¿Anonimato? es extraño, pero bueno, envíame la dirección por correo. -La señale-. No olvides de ver lo que está pasando en el piso dos, creo que hay un problema con las computadoras. -le informé a Ethan-. El tiempo corre, nos vemos luego.
*
-Entonces, ¿cuál es el problema?
-La ropa, señorita Hazen, nuestra marca siempre ha hecho tallas x y xs. No más. No obstante, su representada. -señalo a Katherine la cual se encargaba de algunas reuniones con las marcas de ropas que trabajábamos -. Y ella emplea que para la colaboración que realizaremos deberíamos colocar las tallas más grandes, eso es un daño para la industria de la moda.
-¿Katherin?
-Señorita Hazen, por lo que a mí respecta, ellos solo quieren vender esas tallas de ropa porque son las más ''cotizadas'' y no digo que no, sin embargo, que hay de aquellas mujeres o hombres como ¿yo? si queremos que esta colaboración sea exitosa debemos ser igualitarios.
-No entiendo, porque me han llamado si lo que dice la señorita Katherin está en lo correcto así que o acepta lo que ella está proponiendo o anulamos el contracto. Buenas tardes.
*
-¿Qué tal tu día? -preguntó Jane a través de la línea.
-Como siempre, nada nuevo que contar. ¿Cómo vas tú?
-El embarazo me tiene agobiada solo duermo y como peor que un cerdo, de verdad no sé cómo voy a bajar tantas libras después de esto.
-Tranquila, solo estás así por el bebé.
-Hazen.
-¿Sí? -Cuestione comiendo un poco de la ensalada césar que estaba comiendo.
-¿Estas mejor con el incidente que sucedió el otro día?
-Sí, no te preocupes por aquello, él no me toco ni un pelo y ya se está arreglando eso de manera legal.
Un hombre un poco mayor había tratado de agredirme mientras caminaba por las calles, sin embargo, no deje que me tocara para nada.
-Me alegro por ti, Hazen. He visto toda tu evolución y ahora eres una mujer fuerte, independiente, hermosa y sobre todo digna de admirar.
-¿Por qué me estas halagando?, ¿estas tramando algo?
-¿Qué?, no.
-Si claro, nos vemos después Jane. Te quiero.
-¿Por qué no le dices te quiero al bebé también?, después se reciente.
-Vale, vale. También te quiero bebé que está en la panza de Jane. -Cerré la llamada y comencé a terminar mi comida tranquilamente.
*
-Buenas Noches, soy Hazen Stone. Tengo una reunión en cinco minutos en la sala 1477 ¿Puedo pasar?
-Claro, siga largo y luego a mano izquierda encontrara la sala, usted debe entrar en la puerta número dos. -me entregó un pequeño rectángulo blanco.
No estaba sorprendida de la reunión en anonimato en lo absoluto. La mayoría de los clientes eran así de extraños, sin embargo, siempre debía ir un poco alerta. Mi cabello estaba planchado en su totalidad ni un kilo de maquillaje adornaba mi rostro y llevaba puesto un vestido negro que llegaba a mis talones.
Gire la manilla con cuidado y solo un pequeño foco iluminaba una mesa. -¿Hola?
-Buenas noches, señorita Stone. -saludo una voz gruesa.
-Buenas noches. -salude adentrándome al pequeño cuarto.
-Pensé que la dueña de la famosa empresa Stone, era más mayor.
-Ventajas de ser la hija de los Stone y de que mis hermanos no pudieran administrar bien las empresas. -mencioné y pude escuchar una pequeña risa en el fondo.
-Exactamente. Puede sentarse -señalaron una silla que estaba en frente de aquella mesa.
-Un gusto trabajar con usted. -me ofrecieron la mano como saludo, pero el rostro no era divisible entre tanta oscuridad.
-Igualmente. Si pudiera ser amable haría el favor de encender las luces y por cierto, ¿cuál es su nombre?
Las luces del lugar comenzaron a encenderse lentamente, dejándome ver el rostro de la persona que tenía enfrente.
-¿No me reconoces?, Weasley.
-Un gusto volver a verlo. Peter Jhones.
Fin.
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