๛𝘵𝘳𝘦𝘪𝘯𝘵𝘢 𝘺 𝘶𝘯𝘰ๆ

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ᛝ៲៲ʙᴀᴇᴋ ʜʏᴜɴ🏹❞⟩

La manera en que se burló de mi realmente me hizo enfadar, en cuanto tuve movilidad de mi cuerpo como pude salí del baño, este cabrón me dejó desnudo y encerrado. Estando en la habitación llamé a Nam Joon para que viniera por mi. Me vestí, guardé las cosas en la maleta que traía, no me había percatado de que algo me faltaba hasta que Nam Joon llegó y me lo dijo.

—Tu reloj —veía mi mano desnuda —¿dónde está?

—Cierto, lo dejé en...

Vi donde lo puse, no estaba. Entré en pánico. Ese hijo de puta se lo llevó. ¡MIERDA! Salimos de prisa, teníamos que encontrarlo lo más pronto posible, esto no se iba a quedar así.

La primera opción que tomamos fue ir a su casa, era obvio que no estaba, su "madre" nos dijo que no lo había visto desde temprano. Comenzaba a perder la paciencia, en cualquier momento podría causar una estupidez que a Nam Joon y a mi nos perjudicara. La segunda opción fue la casa de Tae Yang, tal vez se escondió en ese sitio, sería ridículo si quisiera poner en peligro la vida de ese mocoso. Nos quedamos afuera, Tae Yang se veía en su habitación desde donde estábamos nosotros, al parecer estaba solo.

—Aquí tampoco está, Hyung. Vámonos.

—No, si Ho Seok quiere jugar así, vamos a invitarnos solos al juego.

Veía aquella tierna silueta mientras sonreía, Ho Seok tomó la peor decisión que tenía en mente, esta ves plañirá.

Tocamos el timbre, quien abrió la puerta fue su padre quien amablemente nos invitó a pasar, más tarde llamó a Tae Yang, quien gustoso me saludó y abrazó.

—Hyung, que gusto tenerte en casa, ¿a qué se debe?

—Quería saber si quieres venir con mi amigo y yo al teatro, se que te gusta y pensé en ti en cuanto vi la publicidad.

—Oh, ¿en serio? —se veía emocionado —claro que si, subiré por mis llaves y una sudadera. Ya vengo.

Era increíble la forma en que se creía todo, no puedo reírme aquí sino tiraba la carcajada que estaba conteniendo. Minutos después bajó, nos despedimos de su padre y salimos. Él se subió en el lado del copiloto mientras que Nam Joon iba detrás.

A lo largo del camino estábamos atentos a cada calle que pasábamos, en algún lado ese mal nacido tenía que estar, no podía esconderse. No teníamos suerte, ni Nam Joon ni yo logramos verlo, me estacioné en un mirador, apagué el auto y suspiré. Tae Yang me vió confundido, me preguntó si estaba bien, solo sonreí y giré a verlo.

—¿Podrías prestarme tu celular, Tae?

Aquel sonrió y accedió, husmeó en el bolsillo de su sudadera y me lo dió. Entré a los mensajes, busqué el chat de Ho Seok. De aquí ya no tenía como escapar. En cuanto envié el mensaje lo borré para que no se diera cuenta. Mientras volví a encender el auto y me puse en marcha a donde tenía una cita.

🥲🙏🏻

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