SUGAR CANDY | YOONMIN [+18]

🍬C A P Í T U LO 6🍬

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Suga se había sentido culpable por ocultarle la verdad a JiMin. Adoraba tanto al joven que le dolía mentir. Suga sabía que JiMin debía haberse sentido orgulloso de salirse con la suya con otro asesinato. Él originalmente había planeado nunca decir la verdad porque odiaría aplastar los logros de JiMin. Pero, cuando JiMin lo miró con tanto cariño, no pudo mentir.

Cuando se enteró de que WonHo fue a la enfermería por una reacción alérgica grave, Suga supo exactamente quién era el responsable. Escuchar a WonHo ingerir maníes crudos le pareció extraño. Sabía con certeza que WonHo, a pesar de su tamaño y personalidad, temía la muerte. La idea de que su vida terminara y el mundo se volviera negro lo aterrorizaba, por lo que luchó tan duro para mantenerse con vida, incluso si lo odiaba. Entonces, WonHo evitó desesperadamente cosas que podrían matarlo, como su alergia al maní. Suga recordó al hombre que contaba una historia en la que los crueles cuidadores de su reformatorio le habían alimentado a la fuerza con mantequilla de maní cuando era niño. Habría muerto si las enfermeras no lo hubieran encontrado a tiempo.

Debería haber sabido que JiMin podría tomar el asunto en sus propias manos. Suga le había dicho específicamente a JiMin que se mantuviera al margen; podría ser atrapado y enviado a una prisión real. Pero, conociendo a JiMin, la idea lo devoraría. Esto dejó a Suga esperando hasta que el plan de JiMin se revelara. Había previsto una intoxicación química o quizás un terrible accidente. Aunque, por supuesto, JiMin estaba en un hospital donde tenía poco acceso a productos químicos, y JiMin prefería usar métodos naturales como la ricina que había rociado en los dulces de su tienda. Cuando escuchó que era la alergia al maní, Suga supo que la alergia podría no afectar a WonHo.

Y no fue así. Joy le dijo que WonHo viviría pero lo mantuvieron en observación. Esto significaba que WonHo, una vez que su garganta se abriera más, podía reconocer a JiMin como su envenenador. Si no es así, sin duda tomaría represalias. Habiendo estado al final con los puños de WonHo como un martillo sobre él, Suga sabía el daño que WonHo podría infligir a su pequeño JiMin. Suga no podía dejar que eso sucediera y no lo haría.

JiMin era todo su mundo.

Se había encariñado increíblemente con JiMin, incluso cuando había tratado de luchar contra los sentimientos para mantener su relación amistosa. Pero, después de la noche en que volvieron a capturar a JiMin, las cosas cambiaron entre ellos. Suga finalmente se había sentido libre de expresarse ante alguien. El Dr. Lee siempre lo escuchó, pero mantuvo su posición como profesional y como psicólogo, no como un amigo como JiMin.

Sentándose en su sofá, respirando profundamente mientras el cansancio lo golpeaba, pensó de nuevo en WonHo. Al Dr. Lee le preocupaba que el ataque pudiera desencadenar el lado no tan amigable de Suga, pero él le aseguró que su «gemelo» permaneció en silencio. Sin embargo, podría haber mentido cuando lo dijo.

—Me encantaría destrozar ese culito suyo. Apuesto a que podría romperlo por la mitad si me esforzaba lo suficiente. Probablemente podría estrangularlo con mi polla si profundizo lo suficiente. —Suga podía escuchar la voz ronca de WonHo escupir en su mente—. No es diferente a los demás. Entonces te metería mi polla a ti, Doc. Podría quebrarlos a los dos tan fácilmente.