SUGAR CANDY | YOONMIN [+18]

🍬C A P Í T U L O 2🍬

🎈🍬🎈

Apesar de los medicamentos, la supervisión constante y la habitación pequeña, a JiMin le gustaba un poco el hospital.

Le gustaba poder salir al jardín o al patio de recreo y disfrutar del sol en los días cálidos. Disfrutaba yendo a la biblioteca durante su tiempo libre para leer la última recomendación de Suga. Las enfermeras fueron amables con él; los guardias toleraron a regañadientes su presencia, y veía a Suga cada dos días a las dos en punto. Por supuesto, habían sido un poco más estrictos con él desde su intento de fuga en Halloween hacía unos meses. Lo pusieron en confinamiento solitario durante un mes antes de que los convenciera de que no volvería a hacerlo.

JiMin ya no quería irse. Ahora le gustaba el hospital.

Le encantaba especialmente el Día de las golosinas. Una vez al mes, el hospital les daba a los pacientes un tratamiento especial. Normalmente, serían dulces, chocolate, paletas heladas o galletas (las buenas, no las galletas habituales a la hora del almuerzo). Todos se sentaban al sol al aire libre, jugaban juegos por la tarde y simplemente disfrutaban del aire libre. Por la noche, podían disfrutar de una película especial en la sala de televisión, algo que a JiMin le gustaba hacer.

A JiMin le encantaba cuando Suga pasaba el día con él.

Después de su intento de fuga, JiMin pensó que el hospital podría separarlos. Después de todo, había irrumpido en la casa de Suga, había tenido sexo con él y luego se había ido. Pero Suga le había explicado que el director del hospital había cambiado de opinión en el último minuto. JiMin se había preguntado por qué, pero el tono de Suga le había impedido preguntar. No es que le importara de todos modos. Estaba feliz de poder seguir viendo a su médico favorito,

—Tenemos que ser discretos cuando estamos fuera de esta habitación —le había dicho Suga a JiMin cuando un día comían galletas en su oficina—. Algunas personas consideran que nuestra relación es inapropiada porque tú eres mi paciente y yo soy tu médico.

—¿Relación? —la perspectiva había hecho que sus ojos se iluminaran.

Suga había sonreído suavemente, su encías de gomita apareciendo.

—Si quieres eso, claro.

—¡Lo hago, lo hago, lo hago! —JiMin había brincado, luego lo abrazó y lo besó. Nada lo hacía más feliz.

Él sabía que Suga no lo dejaría como los demás. Sabía que Suga era especial.

A partir de ese día, el Día de las golosinas se convirtió en su día favorito. Él y los otros pacientes siempre lo esperaban con ansias. Bueno, aquellos que eran lo suficientemente competentes para entender. JiMin se preguntó qué obsequio recibirían esta semana mientras los guardias lo escoltaban a la oficina de Suga. Esperaba que volviera a ser helado. La enfermera WeeIn trajo ese delicioso sabor a maracuyá y chispas de chocolate del que JiMin se había enamorado.