03. Videollamada

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La diferencia de horario siempre es y será un problema. La situación en la que me encuentro lo demuestra, ya que es plena madrugada y debería estar durmiendo, pero en vez de eso estoy sentada en mi cama con la habitación casi en total oscuridad siendo iluminada por la luz de mi laptop. Con la diferencia que la persona que está en la pantalla tiene buen horario para hacer videollamadas, ya que es pleno día.

Pero bueno, no puedo quejarme del todo, al fin y al cabo me encanta hablar con Ashton.

— Estoy en Corea, Val, y tu no estas aquí — reclamó Ashton, haciendo un muy adorable puchero. El se veía bien, aunque un poco cansado porque acababa de aterrizar su avión.

De hecho el debería estar descansando, porque en unas horas tenía que estar haciendo el soundcheck para su próximo concierto. Pero, ya todos conocemos a Ashton Irwin, un terco por naturaleza.

Reí levemente —. Lo sé, y lo siento — suspiré —. Pero, al cumplir mi objetivo, sentí que ya era momento de volver a casa.

Supongo que ese objetivo era graduarte, ¿no? — yo solo asentí, soltando un bostezo. El al verme, soltó una risita, casi burlona —. Ya duerme, Valery, perdón por tenerte despierta a altas horas de la noche.

No quiero dormir, quiero seguir charlando contigo... realmente te extraño — susurré, tallando mis ojos.

Tengo un lío de sentimientos en estos días. Me he sentido un poco triste y ¿molesta?, la verdad es que no sé cómo denominarlo. Creo que la preocupación también se puede añadir a esa lista de sentimientos, ¿por qué? Bueno, hace días que no veo a Evan, lo he tratado de buscar, de contactar y el simplemente no responde. No quiero parecer la típica novia tóxica, pero esto ya me está inquietado un poco. Miles de posibles situaciones vienen a mi mente, y lo único que logran es hacer empeorar mi preocupación. Siento que simplemente me está evadiendo. Mi mente quiere encontrar un porque, una razón por la cual el esté así, tal vez algo que hice pero nada viene a mi mente.

Así que lo único que sé, es que no sé nada.

Yo también te extraño, pequeña — nos quedamos observandonos por unos segundos, el parecía analizarme y no me sorprendería si se da cuenta de mi estado de ánimo. Solo era silencio hasta que lo escuché suspirar —. Ok, pensé que estabas así por el sueño, pero estoy notando que no — bingo, lo descubrió —, ¿qué sucede? ¿estas bien?

¿Qué si estoy bien? Venga Ashton, ponte cómodo, que esto será largo.

— Bueno, se supone que debo estar bien — ¿cuál es el chiste de un mejor amigo si no puedes desahogarte con el? Así que, aquí estamos —, digo, estoy en casa, con mi familia, recién graduada, ¿qué podría estar mal? Pero no, no me siento del todo bien.

¿Tiene que ver con Evan? — preguntó el, interrumpiendo lo que estaba a punto de decirle. Abrí mis ojos más de lo normal por la impresión. El de verdad que me conoce. Suspiré y asentí, dándole la razón —. ¿Te ha hecho algo malo? Dímelo, porque juro que si me dices que te ha dañado de alguna forma, tomaré el primer vuelo a Australia y le romperé la cara.

Ok, tranquilo viejo.

— No te preocupes Ash, Evan no ha hecho nada — el me miró confundido, exigiendo respuestas —. Y ese es el jodido problema, que no ha hecho nada.

¿A que te refieres?

— Desde que llegamos aquí, nos despedimos en el aeropuerto, cada quien se fue por su camino. Pero desde aquel día no lo veo, no responde mis llamadas, no responde mis mensajes y nunca lo encuentro en casa. Siento que me está evitando y no sé porque.

More than best friends. «Ashton Irwin» [EN PROCESO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora