06. Agridulce

141 13 10
                                    

El timbre sonó, con rapidez me puse de pie y corrí hasta la puerta. Respiré profundo antes de abrir, preparándome para lo que sea que vaya a pasar.

Todo va a salir bien, ¿no?

Abrí la puerta, encontrándome con un Evan cansado, con ojeras y los ojos llorosos. Mis sospechas fueron ciertas, estuvo llorando. Joder, estoy comenzando a preocuparme.

— ¿Puedo pasar? — fue lo primero que preguntó.

Claro, estoy bien, gracias por preguntar.

Solo abrí bien la puerta y me hice a un lado para que pudiera pasar. El entró a la casa, con pasos lentos. Ambos caminamos hasta la sala, y sin decir nada, tomamos asiento.

Joder, ahora no sé qué decir. ¿Por arte de magia ya no estamos enojados?

— Evan, ¿qué sucede?.

Directo y al grano, solo hablemos.

El suspiró, llevó sus manos a su rostro, frotando sus ojos. Luego de unos segundos retiró sus manos de su cara y me miró.

— Yo... estuve atormentabdome mucho estos últimos días pensando en esto, de verdad que ha sido muy difícil para mí tomar esa decisión, y ha sido tan difícil porque de verdad que llegaste a ser una de las personas más importantes en mi vida, mi amiga, mi confidente... mi novia.

— Vas a terminar conmigo.

Ni siquiera lo pregunté, era más que obvio.

Evan me miró, un poco impresionado.

— Llegué a esa decisión por muchas razones, pero, hablemos como se debe, ¿qué piensas al respecto?

¿Qué pienso al respecto?

— Yo... no lo sé — miré a otro lado de la casa que no fuera el —. Primero dime tus razones.

— Odio decir esto, porque es la típica frase cliché que todo el mundo odia escuchar, pero, de verdad que no eres tú el problema Anna, aquí el único problema soy yo, te amo como no tienes una idea pero es obvio para ambos que hemos descuidado mucho nuestra relación, yo te he descuidado mucho y la verdad no se me hace justo. Tu te mereces a alguien que ponga toda su atención en ti, porque eso es lo que vales, mereces una relación completa, no a medias — el miró sus manos, nervioso —, y me duele admitir esto, pero ya no soy digno de ti, ya no te merezco, me he comportado como un patán estas últimas semanas... no merezco tenerte como novia.

— Evan... — el alzó una mano, haciéndome parar de hablar. Mis ojos ya estaban aguados, implorando que dejara salir las lágrimas.

— P-por favor, d-dejame terminar — pidió, mientras una lagrima recorría su mejilla. De verdad que me dolía verlo así —. He estado con mucho trabajo, papá quiere que me encargue de él bar yo solo, y también quiere que me encargue de él nuevo restaurante que está por abrir — abrí un poco los ojos, yo no sabía sobre ese nuevo restaurante —. Siento que es demaciada carga para mi, y gracias a eso descuidé cosas de mi vida que también son importantes, como nuestra relación. Estoy en un punto de mi vida donde, no hay tiempo para otras cosas además del trabajo, por eso es que he tomado esta decisión.

Hasta cierto punto me da lastima el hecho de que su vida se basa sólo en el trabajo, no vive la vida como un joven de 24 años, casi 25. Pero no hay nada que yo pueda hacer al respecto.

— Entiendo, yo también estaré muy ocupada en los meses que vienen, supongo que esto será lo mejor. Y por favor, no te eches toda la culpa a ti, yo no fui la mejor compañía estas ultimas semanas, debí de ser mas comprensiva.

More than best friends. «Ashton Irwin» [EN PROCESO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora