Tengo en frente mío una vista maravillosa pero en serio demasiado maravillosa, tengo de frente al lago de París y por detrás esta la torre Eiffel reluciendo su hermoso color dorado, hay gente alimentando a las palomas y niños por otra parte ahuyentandolas al correr trás ellas y lo más bello, tengo a mi hermosa mujer en frente, tiene una sonrisa de oreja a oreja, su cara esta un poco pálida y ruborizada por el clima y lleva puesto un vestido negro con un blazer gris y unas botas con tacón negras hasta las rodillas, sin duda es la mujer más hermosa que han visto mis ojos.
Nos encontrábamos caminando por las calles de París tomados de la mano en un gran silenció pero para nada incómodo al contrario ambos ibamos disfrutando de la gran ciudad en la que nos encontrábamos y de nuestra compañía, hasta que fuimos interrumpidos por un señor que llevaba una boina en la cabeza y en sus manos un cuadro completamente en blanco, esperando ser pintado, él señor nos dijo lo siguiente:
—Quel beau couple, j'aimerais bien en faire un portrait, ¿n'est-ce pas?
—¿Qué dijo?—le pregunté a Melissa ya que por suerte ella sabía hablar francés.
—Merci pour votre message—le respondió al amable señor, que nos hizo tomar asiento en una de las bancas del parqué, yo aún seguía sin entender nada y miré a Melissa confundido.
—No te muevas—hice caso y entendí todo cuando el señor comenzó a pintarnos en el recuadro que llevaba en blanco, Melissa me susurró—Dijo que haciamos una linda pareja y preguntó si podía pintarnos y cómo ves accedí— sonreí al saber lo que pensaba de nosostros aquel señor y continúe quieto para que la pintura saliera bien, el hombre después de un rato nos entregó la pintura y me fascinó.
—Dile que quedó espectacular—protesté, Melissa al parecer me hizo caso.
—J'ai l'air spectaculaire, merci.
—De rien à plus tard—respondió el hombre.
Ambos le sonreímos, yo sin saber que era lo que había dicho por último y Melissa admirando el retrató.
«MELISSA HARPER»
Llegamos a la torre Eiffel y estábamos admirando su belleza, nerviosa hice que Liam volteara a verme y le entregué una bolsita de regaló.
—Ábrelo.
Él hizo una cara de confusión, sin embargo me hizo caso y al ver lo que estaba dentro desvió sus ojos hacía mi y saco unos zapatitos que le coloqué de bebé, él rápidamente sonrió y se le iluminaron sus bellos ojos.
—¡¿No me digas qué?!...
Asentí y me cargó dándome vueltas, sí, como de película.
—Hay más— respondí, me bajo y me dio un beso rápido para después sacar un chupón, una prueba de embarazo y una fotografía del eco que me hice días antes de viajar, dio brincos girando y dijo.
—¡Sí, sí, sí!— terminó de brincar y me volteo a ver.
—Me acabas de hacer el hombre más feliz del mundo—sonreí ante sus palabras y él se agacho para después dar un ligero beso en mi panza.
—Ya se te nota—reí ante lo que dijo y después él lo hizo.
—Bien aún no, pero no puedo esperar a ver cómo te crece la barriga con nuestro bebé creciendo dentro, te imaginas, te vas a ver aún más hermosa de lo que ya estás.
Nos dimos un fuerte abrazo y al separarnos el se arrodillo ante mi, para después sacar del bolsillo de su blazer una pequeña caja roja la cual después abrió y dejó ver un hermoso anillo reluciente color plateado con un diamante realmente fascinante, aquel anillo brillaba más que las estrellas, realmente era una joya preciosa, Liam aún incado cuestionó.
—Chaparra ¿quieres casarte conmigo?—mi fúturo esposo estaba aún esperando mi respuesta pero yo no podía hablar de la emocion así que solo asentí repetidas veces y después él se levantó y coloco aquel anillo suavemente en mi dedo anular, nuestras miradas se encontraron y a ambos nos brillaban los ojos más qué nunca, este momento era perfecto y yo estába repleta de diferentes emociones, sentía las dichosas mariposas en el estómago así cómo otras sensaciones que jamás había experimentado, quería detener el tiempo y que esté momento jamás terminara, personas a nuestro al rededor comenzaron a aplaudir y a decir.
—Bisou Bisou—Liam sonrió y dijo:
—Creo que eso si lo entendí—me tomó por la cintura acercándome a él y después nuestros labios chocaron, fue un beso lento pero apasionado, nuestros corazones estaban acelerados, sin embargo yo me sentí en paz, con mucha paz, este sin duda era el mejor día de mi vida, estaba entre los brazos del hombre que amaba y con el cual estaría por el resto de mi vida y ahora estábamos abrazados realmente tres, Liam, nuestro bebé y yo, que más podía pedir, mi vida se sentía realmente perfecta.
—Je t'aime— dijo Liam al despegar nuestros labios.
—Yo también te amo— respondí, sonreimos y volvimos a besarnos.
¿Qué tal les pareció esté capitulo? Yo la verdad estoy muy emocionada por la boda de nuestros tórtolos Liam y Melissa sin embargo pasarán cosas que nadie nos esperamos, y de aquí mis lectorxs se viene lo bueno, nos vemos el martes.✨
Aquí les dejó una fotito del anillo que Liam le dió a nuestra querida Melissa.👇🏼
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