tokyo revengers | one shots

iv. sano shinichiro

El sonido del motor retumbó en el local, provocando que ______ sonriera ampliamente, apagandolo e incorporandose mientras tiraba del trapo que tenía enganchado en el cinturón del entero que usaba para trabajar. Al girarse, se encontró con dos chicos rubios entrando al local, dedicandole una sonrisa a ojos cerrados.

-_____-san- saludó Draken, por lo que ella frunció el ceño mientras restregaba la grasa que había quedado en sus manos.

-No seas tan formal, Kenchin, que me haces sentir una anciana- se quejó, pasando una de sus manos ya limpias por su cabello, desordenando la cola de caballo que llevaba.

-¡_____-san! Ya le dije que me llamo Draken- aunque quiso sonar enojado, se le escapó una risita al sentir que la mano de la chica le hacía cosquillas.

-Y yo te dije que no soy una vieja- en un hábil movimiento enganchó el trapo nuevamente en el cinturón, y se posicionó detrás del chico, acomodandole la coleta, mientras miraba al otro por encima de su hombro -Mikey-kun, vas a tener que apresurarte si quieres pasar a Draken-kun~- canturreó el nombre que le había pedido en burla, terminando de atar su cabello, y dirigiendose a Mikey para desacomodar el suyo.

-______-chan, me voy a dejar crecer el cabello para que me lo ates como a Draken- aseguró el más pequeño emocionado, lo que hizo reír a la jóven, cuyas manos terminaron haciendo caricias sobre su cabeza.

-¡Pero si andan con los pelos así van a parecer todos unos pandilleros!- ironizó, aunque sabía que al final, era lo que más querían -Ahora que me lo recuerdan, tengo que sacar turno para...

-Pero si me lo corté hace unas semanas- la voz de Shinichiro la interrumpió, y al estar de espaldas, lo primero que la chica vio fueron los ojos de Mikey brillar de emoción, por lo que sonrió girandose hacia el morocho.

-Pero al tener pelo corto se te nota más cuando crece, mira- cuando llegó a su lado, estiró la mano hacia él, enrollando los mechones de cabello que caían por su frente entre sus dedos. El chico, que tenía su mirada clavada en ella en todo momento, no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa, enrollando su brazo alrededor de la cintura de la chica, que le devolvió la sonrisa.

Ambos se giraron a ver a Mikey cuando este emitió un sonido de asco, logrando que Draken le siguiera con una risita, al igual que ______.

-Ya, que Mikey-kun me va a pegar una de sus patadas voladoras si te robo más tiempo- rio ella, tomando con delicadeza un lado de su rostro, depositando un fugaz beso en la mejilla contraria, para luego alejarse mientras tironeaba del trapo de su entero -Diviertanse y cuídense- les dedicó una sonrisa a ojos cerrados, la cual Shinichiro se quedó observando hasta que Mikey tironeó de su manga, sacandolo de su trance.

Ambos se despidieron con la mano y se fueron, por lo que ______ se giró hacia el rubio, sonriendole.

-¿Me vas a dar una mano, Draken-kun~?

-Yaaa, ______-chan, que arruinaras mi nombre- la chica agitó el trapo en su dirección, ensanchando su sonrisa y con los ojos ligeramente más abiertos en sorpresa.

-¡Pero ha funcionado! Vamos dilo de vuelta.

-Vieja pesada.

-¡Oye!

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-_____- llamó el azabache, por lo que ella se giró en su dirección, sosteniendo una llave inglesa en la boca.

-¿Y Ai-i?- preguntó sin alejar las manos del motor de la motocicleta, por lo que él dejó la bolsa de comida en el escritorio, caminando hacia ella y agachandose a su altura para sacar la herramienta de su boca -¿Y...

-Ya lo dejé en casa, es tarde- su boca formó una o, y antes de que pudiera emitir el sonido, sus labios la interrumpieron, besandola con suavidad, por lo que no pudo evitar sonreír feliz cuando él se separó.

-Si siempre me vas a interrumpir así- él se volvió a inclinar hacia adelante, depositando otro beso en sus labios, aunque más corto, pero que aún así logró que sonriera de vuelta -No me molesta- él le sonrió, incorporandose al dejar un último beso en su frente -Qué diría Mikey si te viera así, se le caería el ídolo- la miró de reojo mientras sacaba la comida de las bolsas, notando como le sacaba la lengua divertida.

-Es un gran chico- reflexionó de pronto, por lo que ella se levantó y caminó hacia él, sentandose en el escritorio a su lado.

-Lo es, más que nada porque lo han criado tú y tu abuelo- Shinichiro la miró de reojo, extendiendole uno de los recipientes con ramen mientras se giraba, apoyandose en el escritorio -Solo... Espero que no se haga daño jugando a las pandillas- aquello logró que el azabache soltara una risita.

-Nunca le he visto golpeado.

-Ojalá pudiera decir lo mismo de ti- cuando notó que sus ojos se habían clavado en ella, no pudo evitar comenzar a reír, tranquilizandose pocos minutos después -Ya, ya, es que vivías golpeado. Siempre tenía que esperarte con el botiquín de primeros auxilios, incluso una vez...

-Si, me pusiste banditas con flores- ______ se ahogó con una carcajada, que terminó en Shinichiro dandole pequeños golpecitos en la espalda para que se calmara.

-El comandante de los Black Dragons con banditas rosas, nunca borraré esa imágen de mi memoria- mientras ella reía, él la veía en silencio, con sus labios ligeramente curvados hacia arriba.

-Cuando me golpeaban, solo pensaba que tendría una excusa para verte de cerca cuando me curaras- ella se calmó de golpe, mirandolo con los ojos algo más abiertos de lo normal, hasta que terminó por reír suavemente.

-Eres un tonto, Shinichiro- se inclinó hacia él, dejando un beso en la punta de su nariz, logrando que sonriera por completo -Por eso te amo.

-Ya, ¿más que a las motocicletas?

-No exageres.