tokyo revengers | one shots

ii. sano manjiro

SPOILERS DEL MANGA

Llevó el vaso a sus labios, vaciando el whiskey que contenía en un solo movimiento, sintiendo el ardor quemar su garganta, pero sin demostrarlo en sus facciones. Sus ojos se clavaron en la nuca cubierta por cabello rosado frente a ella, perteneciente a Sanzu quien, como ella, era uno de los ejecutivos de Bonten.

-¿Qué debería hacer con ellos, jefe?- preguntó risueño, tan fuera de sus cabáles como siempre, y ella, luego de tirar otro fajo de billetes en la mesa donde jugaba al poker con Kokonoi, miró de reojo a Mikey, que comía su bocadillo favorito a lo lejos.

-Mátalos- tras esa sentencia, no tardaron en escucharse las balas cortando el aire y atravesando sus cabezas, y con un chasquido de lengua, ______ volvió la cabeza al juego.

-Siempre ensuciando todo- escuchó la risilla de Ran a su lado, y dirigió su mirada a Kokonoi con una sonrisa juguetona -El que pierde tiene que comprarle más de los peces esos a Mikey- contorneó el borde de sus dientes con su lengua, chocando los 5 con Rindou que se encontraba a su otro lado, felices porque ellos habían ido las últimas tres veces.

El peliblanco sacó la lengua y apoyó sus cartas en la mesa, gesto que _____ le devolvió, mostrando también las suyas, al canto de "Full House".

-¡¿QUÉ?!- se levantó de golpe, mirando las cartas y la sonrisa de la mujer -¿Otra vez haciendo trampa, ______?- mientras se volvía a colocar su reloj y varios anillos, se colgó al cuello la cadena antiguamente de Kokonoi, dejando ver el tatuaje en su cuello.

-Ya, ya, que te ves super feo cuando lloras- le sacó la lengua, divertida hasta que su celular sonó dentro de su bolsillo. Lo sacó sin mirar la pantalla, y les dedicó una sonrisa a sus compañeros de juego -El deber me llama, perdedores- sin tardar más de 1 minuto, salió por la puerta trasera del lugar, ahora si mirando con el ceño fruncido el número que brillaba en pantalla.

"Tía Julieta".

-Si no es una emergencia me voy a enojar- espetó ni bien atendió la llamada, mientras comenzaba a caminar por la calle.

-¿_____-kun?- la voz de Takemitchi sonó confundida del otro lado de la llamada, lo que hizo que la mujer frunciera aún más el ceño.

-¿Quién más va a ser, si marcaste a mi teléfono?- con la mano libre sacó un cigarro del bolsillo de su saco, llevandolo a sus labios para sostenerlo mientras buscaba el encendedor -Y te bije que cotestes coo ujer hasta que te abije- sus dedos rozaron con la superficie metálica del encendedor, por lo que lo sacó rápidamente, frenando su caminata para prenderlo.

-¿Qué?

-Enano llorón estás incluso más bobo que de costumbre- se burló, aunque con tono de molestia, luego de darle una calada al cigarrillo -No me digas que...

-_____-kun, soy yo- la mujer aminoró la marcha, recordando la fecha que era, mientras sus facciones se relajaban en incredulidad -¿Qué pasó en estos últimos 12 años?.

El cigarrillo resbaló por sus dedos, cayendo al suelo y apagandose, mientras en la calle solo se escuchaban sus tacones golpeando el suelo con prisa, corriendo a comprobarlo.

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El sonido de la campanilla que había en la puerta avisó a los chicos que alguien había entrado, por lo que se giraron a ver con el ceño fruncido al creer que estaba colgado el cartel de cerrado. Abrieron los ojos de par en par al ver a la mujer sonriendo en la puerta, con los ojos entrecerrados y las manos en los bolsillos.

-¿_____?- preguntó Chifuyu incrédulo, mientras que Kazutora, aún con el gato entre sus manos, pestañeaba una y otra vez, sin creer lo que veía.