¿Cómo pude ser tan imbécil?
¿De verdad estoy tan mal que no pude razonar lo más lógico?
¿Importa en este momento? Solo corre, idiota.
Por primera vez en mucho tiempo concordé sin rechistar con esa voz. Tan pronto como vi esa cara con escamas y ojos aterradores saliendo de la cascada solté mi agarre de la caña y comencé a caminar lentamente hacia atrás.
La sirena me miró con una sonrisa mientras me veía alejarme.
Hasta que tropecé con una roca. En ese momento de distracción se abalanzó hacía mí y no pude hacer nada más que intentar frenar su mordida con mis manos. Funcionó tan bien como se podría esperar, me iba a matar.
Piensa en algo, inútil, tienes que encontrar una manera de escapar.
Tomé una roca que estaba a mi lado y le di un golpe, tenía una oportunidad para levantarme y tomar algo para defenderme.
¿Pero no tú querías que yo muriese?
La sirena se había levantado y estaba furiosa, solo pude tomar una rama medianamente resistente. Cuando volvió a atacar pude detener la mordida, entre zarpazos pude aventar la a unos matorrales. Era el mejor momento para intentar escapar.
Solo bajo mis términos, no planeo que mueras comido por una trucha, que patético.
Reí un poco, escuchando de fondo a la criatura gruñir pude sentir la adrenalina recorrer mis venas, avancé hacia mi caña, al menos así tendría algo efectico con lo que defenderme si me volvía a atacar.
Entonces escuché el grito de la sirena y todo se nubló por un momento.
—¡Lolito, ayúdame, por favor! — era la voz de Auron, suplicando mi presencia, me rompió el corazón.
Pero no era él, la voz venía de muchos lugares, me estaba volviendo loco. Súplicas, promesas, poemas, eran más sirenas, la hija de puta había llamado a sus hermanas.
Me estaban acorralando y de tanta mierda perdí la cabeza, estaba llorando y comenzaba a entrar en pánico, no podría defenderme, no podía ni pararme de mi posición.
Hasta que escuché un estruendo barbárico que hizo temblar el agua.
— ¡LOLITO! — gritó el verdadero Auron montado en su golem.
— ¡AURON! — creí que me quería sin voz después de eso, pero realmente no importaría de ser así.
— ¡Gustabo! ¡Ataca! — le dijo a su amigo mientras saltaba de él y atacaba a una sirena que se le cruzó.
— ¡Auron! — volví a gritar con felicidad, realmente parecía que mi mente solo sabía esa palabra en ese momento.
— ¡Ese soy yo! — gruñó con una sonrisa mientras terminaba con la criatura escamosa. — ¿Eres bobo o qué? ¿Cómo terminaste en este enredo? — sacó de su mochila una espada y una armadura sencilla.
— Sirenas, me hicieron creer que eran mis delirios, que eras tú, y las seguí — no era momento de mentir, así que solté la sopa.
— ¿¡CÓMO!? ¿Estas sucias te pudieron engañar? Pero si soy incomparable — dijo jugetonamente mientras nos poníamos de espaldas para empezar a atacar a las sirenas que quedaban.
Después de unos minutos, todo se había calmado, Gustabo había terminado con la última, o eso parecía. Pero estaba intranquilo, sabía que había una que faltaba pero ver sonreir a Auron me calmó lo suficiente para bajar la guardia.
Estábamos celebrando por lo bajo cuando él volteó a verme e inmediatamente gritó.
— ¡Cuidado!
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Días de pesca ||Lolitoplay||
FanficA Lolito le relaja pescar, le ayuda a distraerse de los malos momentos, se siente bien cuando pesca y le gusta que las voces se callen cuando lo hace, le gusta tanto que a veces pierde la noción de la realidad. Actualización lentas pero seguras. Por...